El ex presidente de Coninagro, Carlos Garetto, admitió que “el momento" elegido para el lockout de las patronales agroterroristas "no fue el mejor” pero que sirvió "para que el país sepa que no es todo el Caso Nisman”.
Una vez finalizado el tercer y último día del paro contra las políticas agropecuarias del Gobierno el ex presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Garetto, admitió que “el momento" elegido para el lockout de las patronales agroterroristas "no fue el mejor”.
Tras el paro organizado por la Suciedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Coninagro, Garetto, cercano al Frente Rejuntador de Sergio Massa, señaló que sirvió “para poner en agenda la cuestión de las economías regionales”.
Asimismo, Garetto consideró que “los productores están disconformes y no saben más qué hacer". Tomando en cuenta el momento de cosecha y las inundaciones en Córdoba y otros puntos del país, el dirigente consideró que “a lo mejor hubiese sido mejor hacer el paro antes, pero de todas formas fue un gesto simbólico”, en alusión al lock out de tres días.
“Sirve para instalar la cuestión de los productores y de las economías regionales, para que el país sepa que no es todo el Caso Nisman”, agregó.
Por último, reconoció que "al final, (durante la medida) se instaló más la pelea de la Federacion Agraria con la Mesa de Enlace que la problemática del sector”.
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