La Presidenta lanzó un proyecto contra el trabajo informal que apunta a las pequeñas y medianas empresas y que beneficiará a aquellos que cumplan con la ley. "Esta es la gran lucha que tenemos que dar", afirmó la Jefa de Estado.
La presidenta Cristina Fernández inauguró ayer el Salón de los Pueblos Originarios, que fue acondicionado durante cerca de un año y que reemplazará al Salón Cristóbal Colón.
Allí, la mandataria anunció que "enviamos al Congreso un proyecto de ley que tiene por objeto acabar con la precarización laboral".
En ese sentido, Cristina sostuvo que "hemos firmado un proyecto de ley que aborda el segundo problema mas importante que tienen los trabajadores que es el de la precarización y el del trabajo en negro ¿Cuál es el mas grave? Es no tener trabajo. Este es el principal problema. Que lo tuvimos en 2003 cuando un tercio de la nación estaba desocupada. No hay mejor instrumento para lograr la precarización que haya muchos trabajadores desempleados".
"Del primer problema nos hemos ocupado. Hemos creado más de 6 millones de puesto de trabajo que nos han llevado precisamente a lograr en el último trimestre del año pasado el índice de desocupación más bajo que fue 6,4 por ciento", agregó la jefa de Estado.
Sobre el mismo tema, la mandataria profundizó: "Un trabajador precarizado no es un sujeto de derechos laborales, por eso llama la atención cuado uno no escucha entre lo principales reclamos que se luche contra la precarización laboral. Un tercio de nuestros trabajadores está precarizado y esta es la gran lucha que tenemos que dar".
Según detalló la Presidenta, en el primer año de programa se apunta a reducir la precarización en 300 mil puestos de trabajo y en el segundo año en 650 mil.
Además, habrá beneficios para los empresarios que cumplan con las normas del proyecto. "Esta medida apunta al segmento de las micro empresas que tienen un altísimo grado de informalidad", señaló la mandataria.
Entre los puntos destacados de la iniciativa, la Presidenta también anunció la creación de un nuevo registro público de empleadores "con sanciones laborales para controlar el fraude".
"Estos registros se van a cruzar. Ha sido uno de mis desvelos poder cruzar los datos para que el Estado no sea un Estado bobo. Cuando detectemos que un empleador tenga empleo en negro, su empresa va a perder todos los beneficios que reciba del Estado. Esto no es ninguna amenaza. No quiero que mañana publiquen que Cristina amenazó a los empresarios. Es sólo para cuidar a los trabajadores", explicó.
Además, se van a ampliar las facultades del ministerio de Trabajo para realizar las inspecciones tanto a nivel nacional como provincial "para que después no digan que la Nación no tiene jurisdicción en las provincias. Cuatro ojitos van a mirar más que dos", sentenció.
Cristina también dejó un mensaje para los sindicatos. "En esta tarea también tiene que ayudar, porque muchas veces los gremios se olvidan de los que están afuera y no aportan. Tenemos que acordarnos de los que están afuera. En este siglo el trabajo es dinámico y adquiere mucha volatilidad. Les pedimos que sigan trabajando para que se mantengan los puestos de trabajo que hoy tienen los argentinos y que se siga reduciendo la precarización laboral".
El nuevo salón
La jefe de Estado ordenó hace un año modificar la decoración y renombrar el Salón que homenajeaba al marino genovés, recordado por descubrir América en 1492, aunque abriendo las puertas a una cruenta conquista de los pueblos originarios.
El de los Pueblos Originarios será el duodécimo salón de la Casa Rosada, junto con el Blanco, el Sur y el Norte (que la jefa de Estado casi no usa) el de Mujeres del Bicentenario, su preferido, y los que ordenó crear bajo su gestión: Eva Perón, Científicos, Patriotas Latinoamericanos, de los Pintores, Martín Fierro, y la Galería de los Ídolos Populares.
El Salón de los Pueblos Originarios tendrá vista a la Plaza Colón, donde la Presidenta tiene previsto colocar una escultura de Juana Azurduy, la heroína de la emancipación.
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