Ciento seis jornaleros rurales que era mantenidos en condiciones laborales de semiesclavitud en un campo de San Antonio de Areco, a sólo 120 kilómetros de la Capital Federal, fueron rescatados en un operativo realizado hoy por orden judicial.
Los trabajadores serían víctimas del delito de “trata de personas” en el establecimiento “El Ombú”, al cual habían sido conducidos desde diversos pueblos de la provincia de Santiago del Estero, donde fueron contratados bajo promesa de un trabajo formal.
El operativo fue realizado por orden del juzgado federal de Campana y llevado a cabo en el marco del Programa Nacional de Rescate del Ministerio de Justicia de la Nación, junto al Ministerio de Trabajo bonaerense y la Policía Federal.
Según los primeros informes, revelados por el sitio Infojus, se constataron las condiciones de hacinamiento en que vivían a pesar de que el establecimiento, de 300 hectáreas dedicadas a la ganadería y la agricultura, posee un suntuoso casco dedicado a la recepción de turismo internacional.
El establecimiento había sido inspeccionado recientemente por la AFIP y de la observación visual así como de entrevistas surgieron elementos para considerar que se estaba ante un caso de trata de personas tipificado penalmente.
Los jornaleros habían sido contratados para desflorar el maíz, consistente en sacar la flor a cada planta hembra para que el polen de la planta macho, que “contagia” a la hembra, reproduzca un maíz más potente en granos y dimensión.
Se trata de labores que se realizan durante varios meses al rayo de sol y en muchos campos bonaerenses es habitual contratar peones de zona muy calurosas, como Santiago, ya que exige resistencia física además del conocimiento.
Las condiciones de vida constatadas de los trabajadores eran de gran precariedad ya que vivían en cuchetas de chapa, sin agua potable ni baños, con una provisión fija de dos bidones de agua diarios por cuadrilla de siete trabajadores.
Todas las víctimas habían llegado a El Ombú hace quince días desde distintos pueblos de Santiago del Estero, reclutados por un jefe de cuadrilla que no integran la red de explotación sino que son sus víctimas ya que tienen el mismo régimen de trabajo sin francos.
La totalidad de los trabajadores rescatados ayer estarían bajo un régimen de trabajo formal, bajo la promesa de un jornal de 228 pesos diarios con un mínimo descuento inicial de 6 por “papeleo”.
Sin embargo, raramente se llega a la paga prometida ya que cuando la cuadrilla finaliza su trabajo, los empleadores realizan descuentos por alimentación, elementos de higiene y viajes, y la remuneración se reduce a una ínfima proporción, según las constataciones del Programa Nacional de Rescate.
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