El gobernador de la provincia de Santa Fe fue amenazado a través de un SMS enviado al teléfono celular asignado a la jueza que investiga el atentado, en el que le advierten "que se cuide porque se la van a poner en la autopista".
Así lo reveló ayer la fiscal general de Instrucción de turno de Rosario, Nora Marull.
Marull precisó que el SMS es "anónimo" y "se recibió ayer (por el martes) por la tarde" en el celular asignado a la magistrada María Luisa Pérez Vara, a cargo de la causa por el ataque a tiros del viernes pasado contra la vivienda particular del mandatario provincial.
"En el mismo le advierten al gobernador que se cuide porque se la van a poner en la autopista", reveló la funcionaria judicial.
En declaraciones radiales, Marull consignó además que el mensaje de texto "hace también referencia a la secretaria de Delitos Complejos de la provincia, Ana Viglione".
"El mensaje da a entender que serían otros quienes atentarían contra los mencionados en el texto", añadió, al tiempo que reconoció "que es imposible rastrear el mensaje".
En ese marco, la fiscal general de Instrucción de Rosario apuntó que "no hay forma de que podamos investigar. De hecho hay un número, al que intentamos inmediatamente rastrear, pero es imposible, son celulares que se compran, se usan para una llamada y se tiran".
Sobre el SMS, además, Marull advirtió que "no hay que quitarle importancia, por lo que informamos inmediatamente al gobernador, al Ministerio de Seguridad y a la secretaria Viglione".
Bonfatti fue informado el martes de la amenaza cuando se encontraba en la ciudad de Mar del Plata participando del Coloquio de Idea.
El viernes pasado por la noche, la vivienda particular del gobernador santafesino, ubicada en Darragueira y Gallo del barrio Alberdi, en la zona norte de Rosario, fue blanco de un ataque a balazos que, según los vecinos, fue perpetrado por hombres encapuchados que se movilizaban en cuatro motos.
Según las pericias, en la fachada de la casa de dos plantas se detectaron al menos 14 disparos, tres de cuales ingresaron al interior en momentos en que se encontraban presentes en la propiedad Bonfatti y su esposa, Silvia Tróccoli.
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