La ex titular del PAMI y actual diputada nacional Graciela Ocaña le pidió a la Justicia Electoral que las boletas para candidatos a legisladores porteños vayan separadas del resto en las elecciones del próximo 27 de octubre.
De esa manera, "la hormiguita" aspira a obtener una banca en la Legislatura porteña por su fuerza, Confianza Pública, que compite sólo en el distrito metropolitano y despegada de otras fuerzas políticas con representación nacional.
El gobierno porteño de Mugrizio Macri nunca adhirió al sistema de Primarias obligatorias para cargos electivos locales y en octubre confluirán las elecciones locales y las nacionales.
Ocaña se presentará en solitario, lo que −según la presentación, formulada ante la jueza federal con competencia electoral María Servini de Cubría, y su secretario, Martín Seguí− le podría restar posibilidades ante las listas sábanas de fuerzas que presentan candidatos para todos los cargos, incluidos los porteños.
La presentación apunta a que en las elecciones de octubre en la Ciudad se voten los legisladores porteños "en boletas separadas de las candidaturas nacionales a diputados y senadores".
El "desdoble" implica, en los hechos, que los comicios se celebren con dos tipos de boletas "claramente diferenciadas, no pudiendo incluirse en las correspondientes a la elección nacional las que se refieran a la elección en la Capital Federal".
"La unificación de boletas, origina un efecto arrastre que, en definitiva, implica modificar la real voluntad popular. El votante que ingresa al cuarto oscuro incluiría en el sobre la lista completa, con los tres cuerpos, sin efectuar el pertinente corte, y no consideraría a los candidatos a legisladores porteños que presentamos una boleta única para cubrir esos cargos", advirtió la ex ministra de Salud.
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