El doblemente procesado jefe de Gobierno porteño insistió ayer en rechazar presuntos intentos de desestabilización y afirmó que cuando habló de un círculo rojo se refirió a la voluntad de sectores de la sociedad de "poner un límite".
El doblemente procesado jefe de Gobierno porteño, Mugrizio Macri, insistió ayer en rechazar presuntos intentos de desestabilización y afirmó que cuando habló de un círculo rojo se refirió a la voluntad de sectores de la sociedad de "poner un límite con los votos" a quienes usan el "Estado para hacer campaña, para viajar, para hacerse rico".
Además, señaló que "siempre nos dicen júntense porque el fin justifica los medios", tras lo cual aclaró que integra el grupo de los que "están convencidos de la forma y el fondo, porque hay que hacer cosas distintas a aquellos que solo están convencidos de las formas".
Aunque se extendió en explicaciones serias sobre su posición al respecto, el ex hijastro de Flavia Palmiero terminó tomándose a broma la reacción de la Presidenta, a quien le adjudicó interpretar el círculo rojo "como una cosa de cuatro tipos" que se unirían con el presunto propósito de destituir al Gobierno nacional.
"Yo claramente estoy tentando de confesar quién es el verdadero jefe de todo, pero vengo resistiendo", sostuvo el pelotudo ante la sorpresa de su entrevistador y, en tono de misterio, prosiguió: "el que maneja todos estos hilos, esta extraña organización del poder, está muy cerca tuyo, se disfraza de distintas voces, se disfraza de distintos personajes".
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