La visión de autodeterminación de los isleños, que es la única carta con la que cuenta el Reino Unido para mantener la colonia en tierras del Atlántico Sur, es sumamente apreciada por los medios hegemónicos argentinos.
Pese a las reiteradas resoluciones de la ONU, y de recibir fuertes apoyos internacionales (el último de ellos de China y de todo el continente africano), Gran Bretaña y los habitantes de las islas se juegan el último argumento que les queda disponible: el referéndum para dejar escrito que los tres mil habitantes de la isla quieren seguir siendo controlados por el gobierno británico pese a estar a 12.300 kilómetros de distancia.
El resultado de esta convocatoria popular será mas que obvio. Al no ser una población autóctona, por mas que varias generaciones hayan vivido en estas tierras, todos los habitantes son de origen británico y además han sufrido, bajo el gobierno militar argentino y el mando de Margaret Thatcher, una guerra. Sin embargo para Argentina la solución se debe lograr entre nuestro país y el país colonizador, sin que sea vinculante la opinión de los habitantes.
Ahora con un gobierno democrático, que reiteradas veces anunció sus políticas de paz y denunció los padecimientos sufridos durante ese período, Gran Bretaña se sigue negando a sentarse a dialogar sobre la soberanía de un territorio que no les corresponde geográficamente, y contrariamente comenzó a militarizar la zona en disputa, incluyendo el transporte del barco HMS Dauntless, un importante destructor.
Con dos títulos casi calcados, La Nazión y Clarín se hicieron eco del referéndum ocurrido en las Malvinas. El tabloide derechoso tituló "El gobierno de Cameron pidió que la Argentina respete el resultado del referéndum" mientras que el pasquín envuelve huevos de Héctor Magnetto expresó "Gran Bretaña pretende que la Argentina respete el resultado". Pero Clarín fue aún mas allá al sostener en otro artículo la premisa "Todo listo en Malvinas para celebrar la victoria del Sí".
Llama la atención que estos artículos figuren en los lugares mas destacados de sus sitios web, e incluso en la nota de La Nazión no dan lugar a la posición argentina, algo que por lo menos Clarín realiza en un brevísimo último párrafo. En sus artículos abundan las declaraciones del primer ministro británico, David Cameron, y datos fríos sobre la consulta popular que se llevó a cabo en Malvinas. Visiones completamente sesgadas de un conflicto en donde el principal perjudicado no tiene voz.
La fotografías de Clarín merecen un apartado. Imágenes de las remeras estampadas con logos agresivos para Argentina, instantáneas de festejos de ciudadanos británicos, banderas, carteles, etc. "Igual, todo está listo aquí para una fiesta al aire libre en los jardines de la catedral anglicana, que dan a la bahía de la capital, y cuyo edificio es famoso aquí por la escultura con costillas de ballena", dice Clarín a través de una enviada especial sobre los festejos británicos.
En este caso rebalsan las descripciones, los datos a color, las declaraciones de los isleños, en un texto que jamás emite una crítica, cuestiona el proceso, ni menciona la visión argentina en este conflicto.
Sin embargo esto no siempre fue así. En su columna titulada "Diario Clarín: Ellos, los argentinos...", Carlos Aletto deja muy en claro como Clarín décadas atrás hablaba de la posición Argentina de forma incluyente y ahora se expresa como si fuese el Gobierno el que toma las determinaciones por fuera de la sociedad. Su disputa con la actual administración nacional evidentemente modificó su línea editorial.
Distinto es el caso de La Nazión, medio históricamente conservador, que suele resaltar su visión euro centrista, destacando la visión extranjera por sobre la nacional. Ahora, también opositor al kirchnerismo, solo subrayó aún mas una línea editorial en la cual se deja afuera la posición argentina, y se la critica a través de declaraciones de funcionarios de otras partes del mundo.
Así las cosas, Clarín y La Nazión mostraron una fuerte adhesión a destacar la visión británica de la autodeterminación de sus habitantes, incluso perjudicando al histórico reclamo de diálogo para recuperar la soberanía en las Islas Malvinas.
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