La industria del juguete en la Argentina espera incrementar en un 10 por ciento su capacidad productiva durante 2012, lo que le permitiría a los productos nacionales alcanzar el 40 por ciento del mercado local con una progresiva agregación de valor.
El sector se ve beneficiado por las políticas oficiales destinadas a proteger a los denominados sectores sensibles frente a la avalancha de importaciones, a lo que busca dar un salto cualitativo con mayor inversión en tecnología y en desarrollo de diseño.
Miguel Faraoni, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), dijo a Télam que "a raíz del freno a las importaciones, creemos que el consumo hacia lo nacional tiene que ganar espacios y nos preparamos para un crecimiento de alrededor del 10 por ciento para este año".
"La industria trabajó fuertemente en los primeros meses del año y esperamos que el comercio reaccione de la misma manera en cuanto a las ventas", dijo el directivo al plantear que espera que los juguetes nacionales alcancen el 40 por ciento del mercado local.
"Va a ser un buen año para el sector industrial y esperamos que también lo sea para el comerciante, de cara al festejo del Día del Niño en agosto, para el que tengo grandes expectativas", enfatizó.
El sector de juguete viene de una recuperación sostenida desde 2002 cuando representaba apenas el 10 por ciento del mercado, "luego de haber sido devastada la industria en la década del 90", dijo Faraoni.
"Esto fue posible por el compromiso de inversión de las empresas para sumar tecnología, pero además por el respaldo estatal a partir de las Licencias no Automáticas y otras medidas de control del comercio exterior que protegieron nuestra industria", explicó al referirse a un mercado tradicionalmente sensible a la competencia desleal externa.
En el primer trimestre del año, la importación de juguetes al país bajó más de 34 por ciento en volumen con respecto al primer trimestre de 2011, al pasar de 2,4 millones de kilos a 1,57 millones.
"Sin embargo, aún queda mucho por hacer, tenemos que dar el salto cualitativo, incorporar cada vez más diseño en los productos y ganar una mayor porción del mercado local", hasta alcanzar un equilibrio estimado en el 50 por ciento de las vidrieras del país, un "mix interesante" con los productos extranjeros.
La industria nacional todavía no puede suplantar todos los productos importados, en particular aquellos que requieren mayor inversión tecnológica para lograr artículos a control remoto, a batería y con otros componentes electrónicos.
En ese camino, la industria de juguete integrada en su mayoría por pymes y empresas familiares, "viene realizando en los últimos años importantes inversiones en maquinarias, creciendo en productos, en plantel de trabajadores y en espacios para poder desarrollar la actividad".
A la par del crecimiento doméstico, en los últimos años el sector comenzó a exportar -algo impensado menos de una década atrás- y destina el 8 por ciento de su producción a países limítrofes y de Centroamérica y a algunas incursiones en el sur de Estados Unidos.
Para apuntalar su desarrollo, la Cámara lanzó el primer concurso de diseño de juguetes con el cual pretende tener la posibilidad de "generar un acercamiento entre la industria nacional y los diseñadores para ir creciendo en productos", explicó Faraoni.
Los ganadores del concurso se conocerán en la Expo Juguete que se realizará en Buenos Aires del 9 al 12 de septiembre, con la entrega de premios de hasta 10.000 pesos y la posibilidad de concretar la producción de los proyectos.
Qué triste destino le espera a la Argentina. Este país se sigue yendo al carajo y a los pendejos -que son el futuro- les importa tres carajos de todo y se la pasan jugando.
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