El conductor, que falleció poco después de la medianoche, a los 64 años, dejó su huella tanto en la radio como en la televisión; hace varios años luchaba contra un el cáncer.
Juan Alberto Badía fue noticia a comienzos de 2011 cuando se supo que tenía un tumor entre el esternón y la columna. Su audiencia acompañó con mensajes de cariño y regalos la tenacidad de su lucha. Y aunque nunca bajó los brazos, finalmente la enfermedad ganó la batalla. Querido por sus colegas, sus entrevistados y su público, hoy lo llora el país.
Animal de radio y eterno enamorado de la televisión, supo ganarse el corazón de las mayorías. Su voz inconfundible y esa manera tan cálida como certera de encontrar las palabras hacía sentir al receptor una cercanía inmediata. A través de diversos formatos y programas fue figura de los medios de comunicación a lo largo de más de tres décadas.
Aún enfermo y bajo tratamiento, nunca abandonó su primer y gran amor, la radio. Montó un estudio en su casa, desde donde se conectaba con sus seguidores. Una ciber radio (www.jabradio.com.ar), un blog en donde escribía y desde donde también podían escucharse las transmisiones.
Cultor de las buenas ideas, la música y las gratas compañías, hizo de sus gustos personales todo un estilo que compartió con la gente. Fue reconocido por su constante y temprano apoyo al rock nacional desde la década del 80´con su emblemático programa Badía&Cía. Ese programa lo hizo conocido como una suerte de padrino de quienes comenzaban sus carreras musicales. Cobró fama de que sus invitaciones al piso significaban un acertado vaticinio de "este va a llegar".
Famoso también por su fanatismo de los Beatles. Tal es así, que en 2010 había editado en un pack con dos dvd y un libro (The Beatles x Badía), que contenía una suerte de archivo recavado a lo largo de los años por él mismo sobre el cuarteto de Liverpool.
Oriundo de Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires, nació en 1947 y a los 20 años el inquieto Juan Alberto ya era ayudante de cámaras. Tres años después comenzaba Imaginate Flecha Juventud , una propuesta radial que marcó la década que se mantuvo al aire.
Allí el confeso fanático de los Beatles le regalaba un segmento especial a su audiencia con media hora de "beatlemanía" plena de temas exclusivos y anécdotas. Ahí mismo comenzó a tener la costumbre de nombrar autor e intérprete de los temas para que fuera más sencillo dar con el single en la disquería, en un gesto claro que colaboró con la difusión de la música que tanto amaba.
Le siguió Piedra Libre, donde le abrió la puerta a Marcelo Tinelli, actualmente monstruo del rating. En los 80´s llegó la consagración. Badía&Cía fue el nombre del programa ómnibus que se convirtió en cita ineludible sábado tras sábado para los televidentes. Duraba toda la tarde desfilaban todo lo novedoso y potente del rock nacional -en pleno boom- de la mano de sus protagonistas, que conversaban como en el living de la casa del anfitrión y tocaban en vivo. Luego vino Imangen de radio, levantado de ATC a fines del 90, durante la gestión menemista. Más tarde fue el turno de Una buena idea, transmitido desde una radio rodante desde Bariloche y Ushuaia, con el que ganó el Martín Fierro en 1993.
Se encontraba conduciendo Estudio País en Canal 7 cuando, el 9 de noviembre de 2010, se enteró de su diagnóstico. Durante casi un año se dedicó a pelear contra su enfermedad -consecuencia de 50 años de fumador-, tiempo en el que la audiencia lo acompañó afectuosamente acercándole regalos y palabras de aliento, de los que el conductor había hecho un santuario en una habitación de su casa. A fines de 2011 y luego de avanzar en el tratamiento y reducir el tumor, quiso volver a trabajar y lo hizo encabezando como conductor el ciclo de reportajes Mi noche favorita para el primer canal digital 360tv.
Ese mismo año se vieron al aire dos entrevistas inolvidables en donde habló abiertamente de su lucha y de cómo llegó a librarse del tumor, aunque no de la enfermedad que podría reaparecer. Una con Susana Gimenez en el show televisivo de la diva y otra, como anfitrión, en donde le permitió a su mejor alumno, Marcelo Tinelli, hacerle las preguntas que quisiera intercambiando el rol de entrevistador por el de entrevistado. Sin embargo, los diálogos verdaderamente imperdibles se daban siempre en el marco de la charla que el mismo proponía. Era un innato creador de climas. Pura magia de radio.
Por eso, cuando a mediados de abril de 2012 Charly García eligió su radio de Bariloche (km fm 96.5) para presentar un nuevo trabajo 60x60 -un box set de tres cds y tres dvds- se dió una conversación para guardar en el recuerdo. Con agudísima empatía, Badía había descripto al nuevo Charly como "un nuevo García, con un entusiasmo que hace mucho no se le ve", a lo que el músico le respondió con su filo característico: "Vos sos la radio, yo soy el rock". Sin dudas, así era. Badía volvió a hacer radio en 2012, en Radio del Plata.
Incansable, optimista, corajudo. Referencia obligada al referirse a los clásicos de los medios de su tiempo. El hombre que con su voz alcanzaba los corazones se ha ido y nos queda su invaluable tarea de difusión de la música, el ejemplo de su pasión por la profesión y por la vida. El recuerdo entrañable de un ser único.
Cerca de las 10 de la noche de ayer, por varios medios se anunció el fallecimiento de Badía, lo que fue desmentido por sus familiares, quienes aclaron que había sufrido un paro cardiorespiratorio, pero que los médicos habían logrado reanimarlo.
Sin embargo, lamentablemente, algunas horas después, pasadas las 12 de la noche, se produjo el fallecimiento.
Quizás lo que mejor hable de Juan Alberto, es el hecho de que en un ambiente donde los celos, la envidia y los enconos personales están a la orden del día, él era querido, admirado y respetado por todos.
Nos sumamos al dolor de sus familiares y amigos.
Chau "Beto", hasta siempre. Y gracias por todo.
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