EL NEFASTO TITULAR DEL SISTEMA NACIONAL DE MEDIOS PÚBLICOS AFIRMÓ QUE HAY QUE "TERMINAR CON LOS CULTOS A LA PERSONALIDAD", AUNQUE DESTACÓ LAS INSTALACIONES DEL ESPACIO CULTURAL.
El nefasto titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, Hernán Lombardi, sostuvo que "el Centro Cultural Kirchner era el lugar de la militancia rentada" y que su inauguración "prematura" trajo "graves daños", al tiempo que analizó que es preciso "terminar con los cultos a la personalidad".
"Es evidente que era un lugar de la militancia rentada. El lugar es magnífico, el Correo Central era un lugar magnífico, una muestra de lo mejor que pasaba en la Argentina en la década del 20", afirmó el hijo de puta en declaraciones a la señal oficialista de noticias TN cuando le recordaron que Mugrizio Macri lo utiliza con asiduidad.
"Sin embargo tenemos que seguir alquilando equipamiento porque estamos en una fuerte controversia con la empresa proveedora, porque no lo instaló", especificó.
Lombardi dijo que se está llevando a cabo una auditoría y que también está investigando el fiscal Carlos Stornelli porque "cuando uno ve lo que se entregó y lo que debió haberse entregado, las diferencias son brutales. Hay toda una enorme cantidad de equipamiento que se pagó y no se entregó" por la "controversia" existente entre dos empresas.
Sobre el cambio de nombre del espacio cultural, prefirió no "polemizar sobre el nombre Néstor Kirchner", pero se preguntó "si es lógico que pasado tan poco tiempo haya que ponerle el nombre a todo" e instó a "terminar con este culto a la personalidad".
"Necesitamos una ley" que establezca que deben transcurrir "20 años de la muerte de alguien para poner ese nombre, porque el tiempo amortigua las pasiones", analizó el ex integrante de la Alianza, quien agregó que "hay gente que adhirió al FPV para la que sería buena poder cambiar esos nombres" y propuso "nunca poner un nombre propio".
"Yo creo que los 18 años de proscripción del peronismo fueron un grave retroceso para la Argentina. Se robusteció la idea del mito, fue malo. Busquemos una regla republicana, nosotros decimos que tendrían que pasar 20 años, otros dirán 10, habría que pensarlo. Trasciende el problema del nombre, hay que ver qué hacemos con nuestro pasado", afirmó el sorete.
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