FINALMENTE, EL EX SECRETARIO DE OBRAS PÚBLICAS, JOSÉ LÓPEZ, SE NEGÓ A DECLARAR ANTE LA FISCAL DE LA UFI 10 DE GENERAL RODRÍGUEZ, ALEJANDRA RODRÍGUEZ, EN EL MARCO DE LA CAUSA QUE LO INVESTIGA POR PORTACIÓN DE ARMAS CON PERMISO VENCIDO.
Fernanda Herrera, abogada del ex funcionario, indicó en declaraciones a la prensa que López "no estaba en condiciones de declarar" porque "está con estrés activo". La letrada comentó que su defendido "no firmó el acta" y anticipó que "podría ser trasladado a otra sala en el mismo sector".
López fue derivado al pabellón psiquiátrico (Prisma) apenas ingresó la semana pasada al penal de Ezeiza, luego de haber exhibido en los Tribunales Federales de Comodoro Py, actitudes que representaban un riesgo para su integridad física.
El ex secretario de Obras Públicas se encuentra detenido a disposición del juzgado federal a cargo de Daniel Rafecas, quien lo investiga por presunto enriquecimiento ilícito, y del Juzgado de Garantías de Mercedes, Facundo Oliva, por la portación de un arma sin el permiso correspondiente en regla.
Al momento de la detención, López poseía una carabina suiza Sig Sauer 522LR, que pesa casi tres kilos, tiene calibre 5,5 mm y dispara balas de calibre 22. Sin embargo, a su nombre figuran en los registros oficiales del Renar además de una carabina -que se desconoce si es la misma que le sucuestraron en Rodríguez- otras dos armas 9 milímetros.
Bóvedas en el convento
Un total de tres bóvedas, dos de ellas vacías y la tercera con escombros, fueron halladas el fin de semana en excavaciones realizadas en la capilla del monasterio de las Hermanas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima, en la localidad bonaerense de General Rodríguez, donde el martes pasado fue sorprendido López.
Así lo confirmaron fuentes policiales, quienes detallaron que, según relató una de las monjas del lugar, de 95 años, una de esas bóvedas iba a ser destinada a depositar los restos del arzobispo Rubén Di Monte, quien había conducido la diócesis de Mercedes-Luján hasta fines del 2007 y falleció en abril pasado. En tanto, la otra, consignaron las fuentes, "era para alojar el cuerpo de la monja de 95 años, Alba, cuando falleciera, según indicó ella misma".
Se trata de una de las pocas monjas que vive en el monasterio en el que, el martes pasado a la madrugada, López pretendía ocultar bolsos con dinero por un total de casi 9 millones de dólares. La tercera bóveda, detallaron los informantes, "parecía de construcción más moderna dado que el color del cemento, a simple vista, era distinto a las demás" y dentro de ella "se encontraron escombros".
De todos modos, aclararon que, en ninguno de los tres casos, se trataba de construcciones actuales y que tampoco encontraron indicios "para sospechar que allí pudieran haber guardado dinero". Al respecto y en declaraciones a la oficialista radio Mitre, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, aseguró ayer que la construcción de las criptas "no es de hace tanto tiempo" como la capilla que las aloja.
"¿Entra un cuerpo ahí? Sí. ¿Entra dinero ahí? Sí", aseguró el funcionario, quién además comentó que si bien las tumbas son algo común en las iglesias, todo es sospechoso desde que López fue encontrado tratando de ocultar millones de dólares en el predio. Además, afirmó que en el lugar hay cámaras de "ultra visión" de las que aún resta saber a dónde enviaban su señal y confirmó que hay sectores del convento que aún no fueron requisados por la justicia, como la habitación de una de las religiosas residentes en el lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario