Las razones del desencuentro entre el Papa Francisco y Macri

LAS CRÍTICAS A LA POLÍTICA ECONÓMICA, EL ROL DE LA CANCILLER MALCORRA Y LA VUELTA DE STIUSO AYUDARON A TENSAR LA RELACIÓN ENTRE LOS DOS JEFES DE ESTADO.

Ayer se conoció un nuevo capítulo del desencuentro entre el Papa Francisco y Mugrizio Macri. El rechao a la donación de los 16.666 millones de pesos para la fundación Scholas Occorrentes se suma a la lista de diferencias que crearon una "grieta" entre el Sumo Pontífice y el ex hijastro de Flavia Palmiero, mucho más fría de lo que originalmente se hubiera previsto.

No son pocas las cuestiones que separan a Francisco de Macri. Según expresó un allegado al ex cardenal de Buenos Aires, no cayó nada bien en el Vaticano que a pocos días del encuentro que mantuvieron los dos jefes de Estado, la canciller Susana "Malvestiti" Malcorra remarcara que buscaban una relación "estrictamente protocolar", como marcando distancia entre ambos líderes.

Por supuesto, la visión sobre lo social es otra de las cuestiones. Como deslizó la carta de rechazo a la donación, el Papa considera que el país vive una situación social "precaria". 

En ocasión del primer encuentro entre Macri y Bergoglio, el Sumo Pontífice le expresó a dos dirigentes sociales su preocupación por "la situación social y el clima de revanchismo" que se vive en el país. Algunas de las últimas medidas que anunció el régimen macrifascista, como el blanqueo de capitales, tampoco son de su agrado, como el hecho de que aun no se haya reglamentado la ley de combate a la trata de personas.

Pero también hay otro punto insoslayable que tiene nombre y apellido: Antonio Stiuso. El ex hombre fuerte de la SIDE es un enemigo declarado de Bergoglio, quien lo acusa de haberlo espiado en sus tiempos de arzobispo porteño. El visto bueno del régimen a la vuelta de Stiuso a una zona de influencia tampoco cayó bienen el Vaticano, algo que se notó nuevamente en la reunión que mantuvo con el juez Sebastián Casanello y reprodujeron medios internacionales.

Ahora, la frustrada donación a Scholas volvió a ampliar la grieta entre Buenos Aires y El Vaticano. A Francisco no le gustó saber que la fundación recibiría más de un millón de dólares, una situación por la que responsabilizan desde fuentes cercanas a Bergoglio a los propios directores de la fundación, del Corral y Palmeyro.