LA HABÍA DESACTIVADO CUANDO ASUMIÓ. CLAVE EN LA TOMA DE DECISIONES, NI SANZ NI CARRIÓ LA INTEGRAN.
Mugrizio Macri reactivó su mesa chica de decisiones políticas, que lo había acompañado durante toda su gestión como jefe de Gobierno porteño, pero que había desactivado una vez que asumió en la Casa Rosada. Con ella, vuelve también a tener un lugar preponderante en la toma de decisiones el empresario y amigo del pelotudo Nicolás “Nicky” Caputo.
Con su llegada a la Rosada, Macri había discontinuado esas históricas reuniones del PRO -acaso con la intención de evitar suspicacias-, pero después de cinco meses de gestión y reiteradas críticas por la falta de política del régimen, ahora acusó el golpe y busca retomar esta herramienta.
La nueva mesa chica marcará una especie de retorno a un lugar preponderante del PRO de "Nicky" Caputo, el principal consejero de Macri. Además de ellos, el resto de los integrantes son Marcos Peña, Emilio Monzó y Rogelio Frigerio, las principales espadas políticas del régimen. También la integra Carlos Grosso, ex intendente de la ciudad de Buenos Aires durante el menemismo.
El retorno de la mesa es leído en el régimen y en sectores de poder como una buena noticia porque es un espacio netamente político, sin injerencia de los CEO que coparon la Rosada. La única excepción empresaria es Caputo, pero el amigo del infeliz siempre tuvo un interés político fuerte, al punto de que por momentos de la campaña llegó a tomar el control.
De hecho, su regreso a la mesa de decisiones implica que Macri le vuelve a dar un lugar importante en sus decisiones a la real politica, lo que siempre fue la visión empujada por Caputo y por lo que en más de una ocasión chocó con Peña y Durán Barba.
La mesa tiene como novedad el ingreso de Monzó y Frigerio, que tienen roles clave en el manejo político del régimen, sobre todo en la relación con el peronismo. La otra novedad es la salida de Horacio Rodríguez Larrata, que tenía un lugar asegurado durante la etapa porteña del PRO. Otros que tienen injerencia aunque no un lugar fijo son José Torello y Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, amigos del ex hijastro de Flavia Palmiero.
Sin dudas que el otro dato significativo es que en esa mesa política, con poder de decisión en las cuestiones más importantes del régimen, no están ni Ernesto Sanz ni la desquiciada Elisa Carrió.
Los socios en la alianza de derecha Cambiemos quedaron apartados del grupo de influencia más cercano de Macri, que por momentos al radical lo utiliza como una suerte de jefe de Gabinete en las sombras, como cuando lo mandó a tantear una tregua con Cristóbal López o a reducir daños puertas adentro de la alianza fascista.
En el caso de la líder de la Coalición Cínica, Macri le ha dado poco lugar y sus acercamientos se han limitado a reuniones para calmarla. Claro que es inimaginable que Carrió y Caputo compartan una mesa política, siendo que la diputada le pidió hace poco que venda sus empresas. "El precio que Caputo tiene que pagar es vender las empresas, que se dedique a otra cosa, a fin de no comprometer al presidente", lo desafió.
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