LA PRESIDENTA DIJO QUE "EL BALANCE DE UNA EMPRESA SE CIERRA CON NÚMEROS, PERO EL DE UN PAÍS SE CIERRA CON CUÁNTOS ARGENTINOS QUEDARON ADENTRO Y CUÁNTOS AFUERA”. FUE AL INAUGURAR OBRAS EN EL HOSPITAL POSADAS.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ratificó que garantizará la gobernabilidad del próximo gobierno electo, que velará por la defensa de las “conquistas logradas” en los últimos tiempos bajo su gobierno y advirtió que “un país no es una empresa, porque el balance de un país se cierra con cuántos argentinos hay adentro y cuántos afuera".
Tras los resultados de la segunda vuelta electoral, Cristina retomó ayer su actividad pública con un acto en el Hospital Posadas, de la localidad de El Palomar, en el partido bonaerense de Morón, donde inauguró obras de ampliación del centro de salud y rindió homenaje a víctimas del terrorismo de Estado, además de formalizar la promulgación de la ley del actor y firmar la refinanciación de las deudas provinciales.
“Un país no es una empresa, es una nación conformada por hombres y mujeres, con diversidad, con necesidades. No se puede medir con un criterio economicista o de balance, porque una empresa cierra su balance con pérdida o ganancia. El balance de un país se cierra con cuantos argentinos hay adentro y cuántos afuera. No es lo mismo un país que una empresa, que nadie se confunda”, señaló la jefa de Estado, quien se refirió al proceso electoral del domingo pasado y luego reflexionó sobre los resultados, al celebrar que se llevaran a cabo “en absoluta paz, tranquilidad, normalidad y convivencia entre los 40 millones de argentinos".
"Es un hecho inédito, por primera vez hubo un balotaje en nuestro país”, remarcó y luego señaló que la diferencia entre Mugrizio Macri y Daniel Scioli “fue muy escasa, muy chiquita”.
A continuación, paltenó qué hubiera pasado si el Frente para la Victoria se imponía en las urnas por la misma diferencia y recordó las denuncias de fraude que pesaron contra su candidato en Tucumán, Juan Manzur, quien “ganó por 14 puntos de diferencia” y sin embargo “mantuvieron en vilo a un país y a una sociedad”.
“¿Qué hubiera pasado si el resultado hubiese sido al revés, qué estaría pasando hoy en la Argentina, si hubieran reaccionado como nosotros, con la grandeza, la comprensión y la vivencia democrática que debemos tener los argentinos?”, se preguntó, para luego dejar en claro que su espacio garantizará la gobernabilidad del próximo gobierno electo el domingo pasado.
“Yo quiero decirle a los argentinos, a los que nos votaron y a los que no, que se queden tranquilos que nosotros no vamos a hacer las cosas que nos han hecho a nosotros. ¿Saben por qué? Porque este espacio político, plural y diverso, cuyo principal componente es el peronismo del que soy militante desde muy joven, ha sufrido persecuciones, negaciones y proscripciones como ningún otro partido político en la Argentina”, fueron sus palabras.
“Es precisamente en nombre de esos dolores, de esas tragedias, que jamás se nos ocurriría hacer algo que dañara la gobernabilidad y la convivencia de los argentinos. Al contrario, vamos a velar por los derechos de los argentinos para que sean respetados y reconocidos. Vamos a colaborar. No vamos a dejar nunca un gobierno sin presupuesto como me ocurrió a mí en el 2010”, añadió la mandataria.
En esa misma línea, sostuvo que “es nuestra responsabilidad ante la historia y nuestras propias convicciones y sentimientos respetar la voluntad democrática, además de querer que le vaya bien a la Patria”, para luego enfatizar que la próxima etapa de la Argentina la tendrá “defendiendo las conquistas logradas y recogiendo esta siembra de conciencia popular, nacional y democrática que hemos sembrado en todo el país”.
En su mensaje final, reafirmó que el kirchnerismo ha “empoderado al pueblo de sus derechos y la gente sabe cuáles son. En la cabeza de todos y cada uno de ustedes están los derechos y son ustedes los que deberán defenderlos si alguien se atreve a arrebatárselos. Ahí estaremos junto a ustedes defendiendo las conquistas logradas”.
Otro de los ejes de su discurso fue el de la defensa del modelo de país iniciado en la Argentina en el 2003 con la asunción de Néstor Kirchner: Cristina repasó los avances en cada una de las áreas de su gobierno y marcó los contrastes con el país: jubilaciones, YPF, Aerolíneas Argentinas, Asignación Universal por Hijo, la reducción del desempleo, que según ella, descendió hasta el 5,9 por ciento.
Ante una multitud de militantes y acompañada por su gabinete y gobernadores de todo el país, también evocó todos los avances en materia de ciencia y tecnología, impulsados por la voluntad política y llevado adelante a través de la creación de un ministerio para el área, que con Lino Barañao a la cabeza, repatrió a casi mil científicos argentinos y puso en órbita dos satélites hechos con "trabajo argentino".
Las políticas sobre la cultura (Incaa, Museo de Bicentenario, Centro Cultural Néstor Kirchner) también tuvieron su lugar en el análisis de la Presidenta, al igual que la educación y otras conquistas civiles como el matrimonio igualitario, la ley de identidad género y la ley de fertilización asistida en la Provincia de Buenos Aires, fueron otros de los ejes del que fue uno de los últimos discursos de Cristina Kirchner como Presidenta de la Nación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario