El destino del presupuesto porteño está orientado más a gastos con una gran "visibilidad" que a asistir.
Mugrizio Macri, para su último año de gestión al frente del gobierno porteño, tiene previsto ejecutar más dinero en ornamentos festivos que en obras para uno de los principales centros públicos de salud capitalinos. El dato se desprende de un informe realizado por una ONG que analizó algunos de los aspectos más llamativos del presupuesto del distrito más rico de la Argentina.
Para 2015 la comuna gastará $ 8 millones de pesos en decoraciones navideñas que iluminarán el microcentro de la Ciudad, mientras que para su "Reconstrucción Integral", el Hospital Ramos Mejía recibirá casi $ 2 millones menos, es decir, unos 6 millones de pesos. "Normalmente hay partidas que son muy grandes para gastos que tienen visibilidad, obras que son perceptibles para una gran cantidad de personas", explicó Maria Emilia Mamberti, Coordinadora del Área de derechos económicos, sociales y culturales de ACIJ.
La Constitución porteña ordena al Estado que intervenga con "políticas sociales coordinadas para superar las condiciones de pobreza y exclusión". Para concretar ese mandato le permite al ejecutivo utilizar "recursos presupuestarios, técnicos y humanos", según reza el artículo 19 de la Carta Magna capitalina. El deber del gobierno, entonces, consiste en asistir "a las personas con necesidades básicas insatisfechas y promueve el acceso a los servicios públicos para los que tienen menores posibilidades".
Sin embargo hay zonas donde el ejecutivo hace todo lo contrario, especialmente en el microcentro (ubicado dentro del barrio de Retiro, que incluye la Villa 31), en donde viven 45 mil personas. Esta zona recibió, solamente en concepto de "Mantenimiento interno", $ 65 millones. La confirmación del incumplimiento de la Carta Magna aparece en un contraste clave, como la totalidad de las obras que realizará la Unidad de Gestión e Intervención Social (UGIS) que corresponden a villas y asentamientos.
La partida de fondos públicos para las refacciones de infraestructura suman $ 27.573.260. La cantidad de habitantes en estos barrios, marcados por la precariedad, supera las 275 mil personas, mientras que el microcentro capitalino, con un sexto de la población de las villas, recibió más del doble de presupuesto para mantenimiento.
Desde la ONG explican que "en la Ciudad de Buenos Aires (…) se priorizan gastos innecesarios -como el de publicidad oficial-, en detrimento de otros gastos prioritarios, como las obras públicas de áreas de vivienda o educación".
Entre las perlitas que pueden encontrarse en el estudio figura una partida de $ 35 millones para el programa Barrios de Buenos Aires, que solo destina dinero a Puerto Madero -$ 30 millones- y a las Cañitas -$ 5 millones-. La cifra parece ínfima frente al presupuesto total de gastos públicos para este año, que asciende a 86 mil millones de pesos. Pero es 36 veces mayor a la suma que el Estado porteño asigna a la Villa 3 para los trabajos previstos en la órbita del Instituto de Vivienda de la Ciudad. El dinero público para vivienda destinado a esta villa del barrio porteño de Soldati solo totaliza los $ 935 mil.
Para implementar el controversial proyecto de instalar bares en las plazas y parques públicos, la Ciudad gastará $ 3 millones, mientras que todas las obras previstas por la Secretaría de Hábitat e Inclusión Social, cuya función es atender la crisis de infraestructura de las villas porteñas, llega a los 2 millones y medio de pesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario