La disparidad acerca de los parámetros que se utilizan para medir pobreza quedó en evidencia en los últimos días, cuando se conocieron las canastas básicas que emplean el Banco Mundial, la Universidad Católica Argentina (UCA) y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, con una diferencia de entre 100% y 150% entre ellas.
De acuerdo con el Sociómetro que el BID publica en su página oficial, la pobreza en Argentina es de 10,8% y la indigencia de 4,2%.
Para esto, el organismo regional emplea la información brindada por el Banco Mundial, que surge de comparar la paridad de poder adquisitivo (PPA) de cada país. El Banco toma como pobreza un gasto por habitante de U$S 4 diarios, es decir, U$S 120 al mes, que extendido a una familia tipo representa U$S 480, y al tipo de cambio en Argentina son $ 4.400.
Sin embargo, la canasta que emplea la UCA para determinar que una persona no es pobre es de $ 5.717, o sea, 30% mayor que la del BID y el Banco Mundial. Esto, según la Universidad, se traduce en la existencia en Argentina de un nivel de pobreza que alcanza a 28,7% de la población.
Es decir, que con una canasta 30% más alta que la del BID y BM, la UCA determina una pobreza dos veces y media mayor a la estimada por los dos organismos internacionales.
Por su parte, la Dirección General de Estadísticas y Censos del gobierno porteño informó que la canasta de consumo para una familia tipo es de $ 11.081,76, cifra que supera en un 93% al parámetro tomado por la UCA, y en un 152% al de los bancos Interamericano y Mundial.
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