Los procedimientos incluyeron 46 allanamientos simultáneos realizados en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, que finalizaron con la detención de seis integrantes de la asociación ilícita fiscal.
Por la denuncia de la AFIP, el Juzgado Federal y Criminal y Correccional 3 de Morón a cargo de Juan Pablo Salas, ordenó detener ayer a la mañana al cabecilla de la banda; su esposa; el contador y el imprentero; además de un abogado del Renaper (Registro Nacional de las Personas) que habría facilitado documentos falsos; el encargado de conseguir los negocios ilícitos; y una persona que utilizó una de las usinas para comercializar productos electrónicos.
Las detenciones se llevaron a cabo en el marco de 46 allanamientos simultáneos realizadas en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires.
"Por las maniobras, la AFIP suspendió preventivamente las cuits de los involucrados y emitió un Reporte de Operación Sospechosa a la Unidad de Información Financiera (UIF)", informó el organismo recaudador en un comunicado.
En los operativos participaron 306 inspectores de la AFIP y perros especialmente entrenados en el organismo para detectar drogas y divisa, y además participó la Prefectura Naval Argentina y el Grupo Albatros.
"La investigación comenzó cuando los agentes de la AFIP detectaron a un grupo de empresas que no presentaban sus Declaraciones Juradas. A partir de ello, las tareas de inteligencia fiscal de los agentes de la AFIP y el cruce de información con las bases de datos del organismo permitieron determinar la adulteración de la identidad de los integrantes de las sociedades", según se informó.
La asociación ilícita fiscal comenzó sus maniobras a partir del robo de Documento Nacional de Identidad, y con las identidades falsas, la banda se presentaba en diferentes organismos públicos, entre ellos la AFIP, con escrituras falsas suscriptas a nombre de escribanos fallecidos o jubilados y con contratos de alquiler fraguados y facturas de servicios con domicilios adulterados.
"Todo con el objetivo de constituir una 'empresa' que era la usina de facturas apócrifas para evadir impuestos", indicó la AFIP.
También se detectó que la banda tenía una cuenta bancaria radicada en Hong Kong, en la cual depositó cerca de 10 millones de dólares.
Las maniobras desplegadas se perfeccionaron con la utilización de cheques robados y rechazados como también la solicitud de créditos sin cancelar, y las personas involucradas se presentaban en los bancos aportando avales fraudulentos como balances y certificaciones de ingresos suscriptos por contadores inexistentes y, de este modo, solventar un patrimonio societario inexistente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario