Los enólogos de la Bodega Experimental del Instituto en Mendoza elaboraron un vino de misa Torrontés Riojano con uvas obtenidas por productores familiares de las principales regiones vitivinícolas para las misas celebradas por el pontífice.
El logro contó con el apoyo de los Centros de Desarrollo Vitícola, en el marco de un convenio entre el INTA y la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), informó ayer el organismo.
“Siento una emoción enorme y un gran orgullo que las uvas que produzco en mi campo lleguen al papa Francisco, a quien admiro profundamente”, aseguró Amparo Monfort, una de las productoras familiares seleccionadas para aportar uvas para el vino de Misa e integrante del Centro de Desarrollo Vitícola del INTA Media Agua, San Juan.
Uvas como las de Amparo fueron las seleccionadas por los enólogos del Laboratorio de Enología del INTA Mendoza por iniciativa del sector vitivinícola para representar al país.
Así es que decidieron reemplazar la tradicional variedad utilizada para la elaboración del vino papal, la Moscatel de Alejandría -un cepaje muy antiguo y aromático del Norte de África- por una más representativa de la Argentina: el Torrontés Riojano.
“Esta cepa es de una riqueza aromática importante, con descriptores de aromas florales y representativa de los vinos blancos tradicionales de nuestra tierra”, afirmó Santiago Sari, enólogo del INTA Mendoza y elaborador del vino.
De este modo, el Papa disfrutará de una vinificación a pequeña escala -500 litros elaborados con uvas de productores familiares de Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza y Río Negro- de esta variedad nacional que surge de un cruzamiento natural argentino con las variedades Moscatel y Criolla chica.
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