El subsecretario general de Presidencia se inició en política como militante de la Juventud Radical Revolucionaria y dice estar en el mismo lugar. Hoy piensa en la jefatura de Gobierno a través del espacio Convocatoria Popular.
Gustavo López militó desde su juventud en la Juventud Radical Revolucionaria. “40 años después estoy en el mismo lugar y los miles que integraban la UCR se fueron a su casa porque ahora es un partido neoliberal conservador”, reconoce el subsecretario general de la Presidencia.
Hoy en día se proyecta como candidato a jefe de Gobierno porteño a través del espacio “Convocatoria Popular”.
López explica que el nuevo espacio esta formado por “sindicatos, agrupaciones políticas y la sociedad civil” y sostiene que “queremos fortalecer el proyecto volviendo a aportar desde la diversidad”.
El subsecretario recuerda que luego de la traición de Julio César Cleto Cobos se produjo una división en el partido “y de allí surge FORJA”.
“Los que más perdimos fuimos los que veníamos del radicalismo porque un montón se volvió al partido, pero a mí me pareció muy sano. Hoy estamos recreando la transversalidad”, manifiesta.
“Los '90 terminaron con la identificación partidaria tradicional. Ahora hay una corriente neoliberal conservadora y una corriente nacional popular y democrática, en ambas hay radicales, socialistas y peronistas. FORJA es nacional y popular”, advierte López.
En relación al candidato del Kirchnerismo para las elecciones presidenciales asegura que “saldrá de elecciones internas” y que “quien resulte ganador tendrá el apoyo de los demás”.
Sobre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, López cree que si bien es el distrito más rico de la Argentina, “la gente vive muy mal”.
“Macri gestiona mal, él hace menemismo por goteo. Es neoliberalismo puro porque desprecia lo público”, dice, al tiempo que agrega que “la gestión macrista es perversa y persigue la exclusión".
Nosotros no vamos a quejarnos, sino a decirle al electorado lo que vamos a hacer", señala en relación a su nueva propuesta para la ciudad.
López considera que en el marco de una “batalla cultural” hoy “los medios de comunicación tienen un rol significativo en la democracia y son parte de los grandes grupos concentrados porque sus dueños son parte de las multinacionales y juegan su propio partido”.
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