El titular del palacio de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, intentó sorprender con un souvenir de fin de año para los periodistas, pero el regalo no le cayó bien a todos los asistentes.
El Ministerio de Hacienda de la ciudad de Buenos Aires realizó ayer el tradicional cocktail de fin de año de agasajo a la prensa, en el cual a los periodistas presentes se les hizo un obsequio que consistió en un pisapapeles de acrílico, que en su interior tenía un dólar billete de verdad, y la leyenda “Utilizar en caso de emergencia”.
El presente, con la firma del Ministerio de Hacienda y el escudo del gobierno porteño, quiso funcionar como “chiste” entre los asistentes al encuentro realizado en el Hotel Intercontinental.
El particular regalo fue distribuido en momentos en que el gobierno nacional viene dando batalla al uso de la divisa estadounidense como herramienta desestabilizadora de la economía argentina.
El objetivo que trazó la administración de Cristina Fernández de Kirchner a partir de 2012 fue que los argentinos volvieran a “pensar en pesos”.
Esta desdolarización, que tuvo como correlato la instauración de una venta y una cotización ilegal del billete, se encaró para terminar con el empleo de la moneda norteamericana en operaciones de uso corriente, especialmente en los sectores inmobiliario y turístico, cuando lo normal es que se utilice el peso, del mismo modo que lo hace el resto de la economía.
El particular regalo fue distribuido en momentos en que el gobierno nacional viene dando batalla al uso de la divisa estadounidense como herramienta desestabilizadora de la economía argentina.
El objetivo que trazó la administración de Cristina Fernández de Kirchner a partir de 2012 fue que los argentinos volvieran a “pensar en pesos”.
Esta desdolarización, que tuvo como correlato la instauración de una venta y una cotización ilegal del billete, se encaró para terminar con el empleo de la moneda norteamericana en operaciones de uso corriente, especialmente en los sectores inmobiliario y turístico, cuando lo normal es que se utilice el peso, del mismo modo que lo hace el resto de la economía.
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