Por Fabián Rodríguez, pata Télam
Perfil.com, el diario digital perteneciente al grupo editorial que dirige Jorge Fontevecchia, persiste en su idea de "dar cátedra" de periodismo a pesar de ser el medio que de manera más frecuente tiene que desmentir o rectificar sus propias informaciones.
El martes por la noche, el sitio web Perfil.com publicó una foto de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante los festejos por los 30 años de la Democracia, en cuyos créditos se adjudicaba la imagen a la agencia Télam.
La foto en cuestión, que mostraba a la Jefa de Estado participando de la performance del grupo de percusión "El Choque Urbano" en el escenario montado en la Plaza de Mayo, nunca fue publicada en el servicio fotográfico de Télam porque en realidad pertenece a Diarios y Noticias (DyN), la agencia periodística propiedad del Grupo Clarín.
Ante semejante error mal intencionado, Télam envió una carta documento a Perfil solicitando "que corrijan en forma inmediata esta circunstancia", algo que el portal de Jorge Fontevecchia hizo a medias: si bien se retiró el crédito de esta agencia en el epígrafe de la foto que abría la galería, reconociendo la autoría de DyN, la url de la imagen (la dirección web en la que se encuentra alojada) continúa diciendo que la fotografía pertenece a Télam.
Hasta acá, una circunstancia más en la particular forma que tienen de hacer periodismo los editores de Perfil: mentir delante del parabrisas y luego corregirse en el espejo retrovisor.
Lo interesante llegó 24 horas después del bluff de la foto adjudicada a Télam: una nota completa, dedicada a criticar la cobertura que la agencia nacional de noticias realizó de los episodios generados por la extorsión de las policías provinciales en algunas ciudades del país.
Según Perfil.com, "Télam silenció los saqueos en las provincias", una afirmación que, además de ser falsa, se obstina en desconocer la actual situación de libertad de expresión que existe en la Argentina, dado que habiendo tantas voces como medios de comunicación para informar lo que sucede a diario, ni Télam ni ningun otro medio están en condiciones de "silenciar" los hechos a los que se hace referencia.
La agencia Télam no solo cubrió los incidentes, saqueos y desmanes ocurridos en varias provincias, sino que además cumplió en su deber de informar con responsabilidad y prudencia, los hechos que eran de conocimiento público, haciendo eje en tratar de explicar el origen de los hechos, que es la compleja trama extorsiva que pusieron en práctica algunos sectores de las policías provinciales.
Además de los ocurrido en Córdoba y Santa Fe (según Perfil, las "únicas" provincias en las que Télam informó lo que ocurría), no solo se cubrieron los episodios de violencia en aquellas provincias donde la situación adquirió una gravedad extrema, sino que también se dio difusión a conflictos que no llegaron tan lejos, como en las provincias de San Luis, Tierra del Fuego o Neuquén.
Como el ladrón, que cree a todos sus semejantes en su misma condición, Perfil ve "silenciadores" en todos los medios de comunicación, especialmente en aquellos que cometen el sacrilegio periodístico de no acompañar su línea editorial, cuando es en ese medio en donde se silencian permanentemente los conflictos existentes al interior de la empresa propiedad de Jorge Fontevecchia por la precarización de sus trabajadores precarizados, los despidos sin causa y la persecución laboral hacia quienes no aceptan el maltrato y el autoritarismo con el que se manejan sus editores.
El Grupo Perfil, que desde sus revistas Noticias y Hombre viven estimulando la violencia de género y el desprecio por la mujer, es una de las empresas periodísticas que más a menudo debe someterse a desmentir sus propias publicaciones, ya sea porque informan mal o porque no se preocupan en chequear lo que editan. Desde ese lugar es que pretenden dar cátedra de periodismo.
La foto en cuestión, que mostraba a la Jefa de Estado participando de la performance del grupo de percusión "El Choque Urbano" en el escenario montado en la Plaza de Mayo, nunca fue publicada en el servicio fotográfico de Télam porque en realidad pertenece a Diarios y Noticias (DyN), la agencia periodística propiedad del Grupo Clarín.
Ante semejante error mal intencionado, Télam envió una carta documento a Perfil solicitando "que corrijan en forma inmediata esta circunstancia", algo que el portal de Jorge Fontevecchia hizo a medias: si bien se retiró el crédito de esta agencia en el epígrafe de la foto que abría la galería, reconociendo la autoría de DyN, la url de la imagen (la dirección web en la que se encuentra alojada) continúa diciendo que la fotografía pertenece a Télam.
Hasta acá, una circunstancia más en la particular forma que tienen de hacer periodismo los editores de Perfil: mentir delante del parabrisas y luego corregirse en el espejo retrovisor.
Lo interesante llegó 24 horas después del bluff de la foto adjudicada a Télam: una nota completa, dedicada a criticar la cobertura que la agencia nacional de noticias realizó de los episodios generados por la extorsión de las policías provinciales en algunas ciudades del país.
Según Perfil.com, "Télam silenció los saqueos en las provincias", una afirmación que, además de ser falsa, se obstina en desconocer la actual situación de libertad de expresión que existe en la Argentina, dado que habiendo tantas voces como medios de comunicación para informar lo que sucede a diario, ni Télam ni ningun otro medio están en condiciones de "silenciar" los hechos a los que se hace referencia.
La agencia Télam no solo cubrió los incidentes, saqueos y desmanes ocurridos en varias provincias, sino que además cumplió en su deber de informar con responsabilidad y prudencia, los hechos que eran de conocimiento público, haciendo eje en tratar de explicar el origen de los hechos, que es la compleja trama extorsiva que pusieron en práctica algunos sectores de las policías provinciales.
Además de los ocurrido en Córdoba y Santa Fe (según Perfil, las "únicas" provincias en las que Télam informó lo que ocurría), no solo se cubrieron los episodios de violencia en aquellas provincias donde la situación adquirió una gravedad extrema, sino que también se dio difusión a conflictos que no llegaron tan lejos, como en las provincias de San Luis, Tierra del Fuego o Neuquén.
Como el ladrón, que cree a todos sus semejantes en su misma condición, Perfil ve "silenciadores" en todos los medios de comunicación, especialmente en aquellos que cometen el sacrilegio periodístico de no acompañar su línea editorial, cuando es en ese medio en donde se silencian permanentemente los conflictos existentes al interior de la empresa propiedad de Jorge Fontevecchia por la precarización de sus trabajadores precarizados, los despidos sin causa y la persecución laboral hacia quienes no aceptan el maltrato y el autoritarismo con el que se manejan sus editores.
El Grupo Perfil, que desde sus revistas Noticias y Hombre viven estimulando la violencia de género y el desprecio por la mujer, es una de las empresas periodísticas que más a menudo debe someterse a desmentir sus propias publicaciones, ya sea porque informan mal o porque no se preocupan en chequear lo que editan. Desde ese lugar es que pretenden dar cátedra de periodismo.
Cabe aclarar que si no hubo fotografías de los hechos vandálicos producidos en todas las provincias es porque a diferencia de Perfil, que terceriza todo lo que puede, Télam trabaja con reporteros gráficos propios con asiento en algunas de las corresponsalías -no en todas- que posee en el territorio nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario