Tres de los candidatos a diputados nacionales por la Ciudad de Buenos Aires que encabezan listas debatieron en una emisión del canal de noticias TN. El programa se grabó por la tarde y se emitió a la noche.
Juan Cabandié, Elisa Carrió y Sergio Bergman, protagonizaron un debate televisivo en el que pusieron en juego sus propuestas para la Ciudad de Buenos Aires y su postura respecto de las políticas que se llevan adelante en el país y el ámbito porteño.
Cabandié, cabeza de lista del Frente para la Victoria, se presentó como un hombre nacido en la ESMA y destacó que recuperó su identidad gracias al proceso iniciado por Néstor Kirchner hace diez años y continuado por Cristina Fernández. Además, dio el puntapié inicial al decir que se compromete "a trabajar por todo lo que falta, pero sabemos que falta menos", remarcó.
"Creemos en un Estado que esté fortalecido. El crecimiento tiene que estar acompañado de la inclusión social y la distribución del ingreso. La asignación universal es un piso mínimo de derechos que benefici a 3 millones 600 mil personas", subrayó Cabandié y agregó otros logros del kirchnerismo, como "las leyes del péon rural, de fertilización asistida. Muchas de estas leyes que nos permitieron incluir socialmente no fueron acompañadas por las fuerzas opositoras". "No está mal debatir pero el lugar para debatir es el Parlamento"; remarcó.
A eso, Carrió, que se empecinó todo el debate en mencionar a "Kirner" en lugar de Kirchner, se refirió a la asignación universal por hijo al afirmar que "el ingreso ciudadano a la niñez fue hecho en el año 1996" y se lo atribuyó la asignación a ideas de su espacio político, cuando había, dijo, "20 por ciento de niños pobres". En el mismo sentido criticó la forma en que se otorga y aseguró que "hay una familia que cobra el ingreso y no trabaja, y otra familia que trabaja todo el día para cobrar el ingreso".
En ese sentido, Cabandié remarcó que uno de los ideólogos de la AUH fue el economista Rubén Lo Vuolo, que formó parte del ARI y fue el economista de cabecera de Carrió. "Pero Carrió cambió de Lo Vuolo a Prat Gay, un giro a la derecha", remató.
Por su parte, Sergio Bergman, el más apagado de los tres participantes del debate, bregó por un Estado "que no interfiera".
En relación a las leyes votadas, Cabandié mostró números que indican que de las leyes votadas de 2011 a esta parte, "de 92 leyes, hubo 72 ausencias de Carrió". Y agregó: "De marzo 2010 a 2013 hubo 70 por ciento de ausencias de Carrió. Esto no tiene nada que ver con la república", sentenció.
En cuanto a la Ciudad de Buenos Aires, Bergman, por el oficialismo macrista, mostró números que indican que evolucionó positivamente el gasto en salud y educación entre 2007 y 2014. También las "computadoras para todos los chicos" y que "los hospitales tienen calidad de gestión pública, solidaria".
Las palabras fueron retrucadas por Cabandié, quien señaló que "el presupuesto en salud de Buenos Aires descendió y subió el stock de deuda", lo cual contrasta con que, dijo, "no hay menos recaudación" porque "la economía ha crecido, se incrementó el presupuesto".
También subrayó que "la mortalidad infantil ha ascendido" en la Ciudad y "han habido mayores muertes cada mil nacimientos". "Hay problemas sanitarios serios en la ciudad", remarcó.
A su vez, Elilsa Carrió denunció que "es pésima la salud en la ciudad de Buenos Aires", aunque defendió la política cultural, a la que calificó como "excelente". También dijo que "es terrible la basura, no se puede andar en ojotas en la Ciudad. Yo los voto si me limpia la ciudad", finalizó. "Vamos a limpiar la ciudad", contestó Bergman.
El temario pactado entre los contrincantes tuvo una amplitud que choca con los fugaces tiempos televisivos. Los ejes fueron tres: modelo de país y modelo económico, justicia y seguridad, y Derechos Humanos. La implacable lógica de la TV les impuso a los candidatos exponer sus ideas en espacios en los que cada segundo tiene peso específico. El debate se dividió en tres bloques que tienen la misma estructura: un minuto y medio para que cada postulante explicara su visión. Sesenta segundos más, una vez terminada la ronda, para replicar. Y luego nueve minutos "libres". El lugar que cada postulante ocupó en el estudio se sorteó antes de que se iniciara la grabación, al igual que el orden en que aparecieron en los distintos bloques. Y cada contrincante pudo llevar diez invitados que estuvieron en la tribuna.
Durante el período proselitista de las PASO también hubo debate en la campaña porteña. En ese caso se dio entre los integrantes de las listas que competían dentro del frente UNEN. Primero se cruzaron los dirigentes que rivalizaban para ser candidatos a senadores y luego los aspirantes para diputados. Ahora será al revés, los aspirantes a la Cámara Alta que encabezan las listas, Daniel Filmus, del FPV, Gabriela Michetti, del PRO, y Fernando Pino Solanas, de UNEN, se cruzarían dentro de siete días, a la misma hora y en el mismo canal.
Por otra parte, el debate de los candidatos a diputados nacionales en la provincia que había sido convocado por la Universidad de General San Martín fue suspendido el lunes pasado por el impasse en la campaña que provocaron las noticias sobre el estado de salud de la presidenta Cristina Fernández.
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