Trabajadores del taller textil Elementos, ubicado en el barrio porteño de Pompeya y que fabrica prendas para grandes marcas como Cheeky de Juliana Awada, esposa del doblemente procesado jefe de gobierno porteño, Mugrizio Macri, denunciaron a la compañía por maltrato, discriminación y persecución gremial contra sus empleados, en su mayoría inmigrantes de origen boliviano.
Trabajadores del taller textil Elementos, ubicado en el barrio porteño de Pompeya y que fabrica prendas para grandes marcas como Cheeky de Juliana Awada, esposa del doblemente procesado jefe de gobierno porteño, Mugrizioio Macri, denunciaron a la compañía por maltrato, discriminación y persecución gremial contra sus empleados, en su mayoría inmigrantes de origen boliviano.
Uno de los hechos más graves tuvo lugar el pasado 29 de julio cuando Marina Bobarin, una de las empleadas, se autoinfligió graves quemaduras en medio de una discusión con personal directivo del taller, "impotente hasta la desesperación por la presión, maltrato y las amenazas sufridas por parte de los empleadores", según consta en la denuncia efectuada ante la cartera laboral con fecha 20 de septiembre con el patrocinio del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, una de las ONG que acompaña el reclamo, conjuntamente con La Alameda, de Gustavo Vera. Bobarín, de nacionalidad boliviana, continúa internada con quemaduras en el 30% de su cuerpo.
Tras ese hecho, el conjunto de trabajadores dio algunos pasos en pos de organizarse gremialmente, eligiendo representantes y logrando algunas reivindicaciones como la registración de las horas extras y la regulación de la jornada laboral bajo el convenio de los trabajadores textiles.
Los dueños del taller, de nacionalidad coreana, no se quedaron de brazos cruzados y comenzó "una suerte de cacería y persecución" a quienes encabezaron los reclamos y que incluyó el despido de María Ugarte y Eduardo Toro, ambos elegidos como candidatos a las futuras elecciones de delegados. También solicitaron la intervención del gremio, la Asociación Obrera Textil.
"A estos despidos le siguió una práctica constante de presión y amenazas sobre el conjunto del taller, indagando sobre quienes poseen volantes escritos, qué compañeros nos apoyan, y otras averiguaciones tendientes a identificar y eliminar todo tipo de activismo gremial", denuncia la presentación.
A pesar de incurrir en condiciones de trabajo por demás precarias, Elementos no es lo que comúnmente se conoce como "taller clandestino", generalmente unidades pequeñas totalmente informales o con una organización familiar. Por el contrario, se trata de un taller mediano, ubicado en la calle Pomar 4049, a una cuadra de Caseros y Chiclana, y produce mercaderías –medias– para marcas reconocidas. Una de ellas, Cheeky, ya fue denunciada por prácticas esclavistas para con sus empleados.
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