La obra, para aliviar el tránsito en el cruce con la Avenida San Juan, no estaba prevista. AUSA calculó un costo de 22,5 millones de pesos, pero fue preadjudicada a una empresa por 127 millones. El veloz aumento de los gastos.
La construcción de los túneles en la avenida 9 de Julio y San Juan, para resolver el ingreso y egreso de colectivos por los carriles exclusivos recientemente inaugurados, costará cerca de 130 millones de pesos, al menos cien millones más de lo que presupuestó AUSA meses atrás. Con esto, el gobierno de la Ciudad lleva gastados casi 350 millones de pesos en el llamado Metrobus, aunque no tiene ni transporte ni tarifa diferenciada: un promedio de 20,5 millones por estación.
El dato lo dio a conocer el arquitecto Santiago Fina, integrante del Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas, que estuvo presente en la apertura de sobres días pasados. Si bien AUSA en su presupuesto original había pautado 22,5 millones por el túnel (no previsto en el proyecto original), los números finales fueron mucho mayores. En la contratación Nº 2013-01-0006-00 "PROYECTO EJECUTIVO Y CONSTRUCCIÓN DE TÚNELES DE CRUCE DEL METROBUS CON EL DISTRIBUIDOR DE AV. 9 DE JULIO Y AV. SAN JUAN" hubo cuatro firmas que calificaron: FONTANA NICASTRO SA ($ 136.037.311,28), DYCASA SA ($ 135.496.756,75), JOSÉ J. CHADIAK SAICA ($ 134.620.000), y JOSÉ CARTELLONE CONSTRUCCIONES CIVILES SA ($ 127.070.000). Esta última fue la preadjudicada y, ante la consulta de este diario sobre cómo iba a ser la megaobra, respondieron desde su Casa Central en Mendoza que "por el momento no van a hablar con la prensa".
El Metrobus de la 9 de Julio viene aumentando sus costos con velocidad en los últimos meses. La adjudicataria de la obra original, que iban a ser las estaciones y los carriles exclusivos, fue RIVA SA con un presupuesto de $ 112.516.508. A mitad de junio, tuvo un adicional de 19,9 millones para construir los canteros de cemento que separan autos y colectivos, y para reponer árboles trasplantados, tal como lo reportaron a la justicia, confirmando que no tenían en cuenta el arbolado en la iniciativa original. Un mes después, otra resolución incorporó 18,9 millones para tres nuevas paradas. Y el 26 de julio en el Boletín Oficial porteño salió publicada otra resolución, la 591, que agrega 19.888.859 millones de pesos, para la terminal subterránea de combis.
"Ahora, es necesaria la ejecución de dos túneles que liberen el nudo vehicular que se produce en la intersección con avenida San Juan. Esta obra adicional costará más de 127 millones de pesos, cuando se anunciaban 22 millones, lo cual sonaba absurdo desde el vamos, toda vez que cada estación de Metrobus costó 8 millones, siendo que la diferencia de complejidad constructiva y de diseño es absoluta. Obviamente, está claro que no existió planificación urbana alguna", remarcó Fina. "Cada una de las estaciones no resiste el más mínimo análisis de costo, el cual debió haber sido por lo menos cuatro veces inferior. A estas cifras, hay que sumarle más de 45 millones de pesos que el gobierno de la Ciudad utilizó para la destrucción de los espacios verdes, la remodelación de la avenida y la repavimentación de los carriles exclusivos", acotó. Contando todo, la obra de los carriles exclusivos para colectivos en la 9 de Julio lleva insumidos 343,1 millones de pesos, sin contar el pago a tres consultorías por parte de AUSA y otros tres pagos de la Subsecretaría de Transporte de la Ciudad, cuyos montos no fueron dados a conocer.
Hoy, el complejo sistema de tránsito en el cruce de 9 de Julio y San Juan sólo puede funcionar de mandera fluida con semáforos coordinados, buena señalización, y casi un centenar de inspectores y agentes de la Metropolitana, sobre todo en ingresos a la calzada que son exclusivos para una sola línea, como el del 91. En busca de aminorar este entramado de ingresos de colectivos por el medio de la avenida en contramano de los vehículos particulares, el macrismo ideó estos túneles.
Consultado acerca de si era posible realizar los carriles exclusivos al costado de la avenida, por Cerrito y Pellegrini, dejando a los vehículos particulares por el centro, evitando así el peligro de que vayan en contramano a los autos, las remociones de árboles, plazoletas, la construcción de túneles y necesaria coordinación de semáforos, Fina apuntó: "Perfectamente. Cambiando la mano para armar las paradas en las plazas arboladas, creando maravillosas paradas (desde lo arquitectónico) entre la arboleda sin alterar esa pieza urbana, tan importante como lo es la avenida 9 de Julio".
Con respecto a los costos de los túneles, el auditor porteño Eduardo Epszteyn consideró que "no lo ameritaban, son cientos de millones de pesos en una obra que termina siendo un carril exclusivo. Me parece excesivo y una contratación carísima". Y agregó: "Forma parte de una estrategia deliberada de ocultamiento de costos, de adjudicar precios finales de obras que no terminan acá, como por ejemplo la modificación de los planes de la estación de subte Sáenz, de la línea H, a la que hay que sumarle mayores costos porque va a tener que modificar su recorrido y sus obras como consecuencia del Metrobus Sur, con el que se superponen. Ya hay un acta acuerdo de eso, que traerá muchísimos más costos para la Ciudad".
De enero a julio quitaron 305 árboles, 2 metros de cada plazoleta lateral, 5,5 metros de ambos lados de la Plaza de la República y diez plazoletas centrales, creadas en 2005 "para favorecer los espacios verdes". Los túneles a construir no fueron incluidos en el certificado de aptitud ambiental, tampoco cuentan con un estudio de impacto ambiental, ni fueron elevados a audiencia pública. Y ni ellos, ni los carriles exclusivos, ni la playa subterránea para combis tuvieron tratamiento legislativo.
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