El doblemente procesado jefe de Gobierno porteño, Mugrizio Macri, votó por la mañana en una escuela del barrio de Recoleta tras realizar su tradicional desayuno con periodistas y afirmó que la utilidad del régimen de primarias abiertas y obligatorias “es algo para debatir”, mientras que una de las autoridades de su mesa se negó a saludarlo.
El líder del PRO consideró que hay que debatir utilidad de las paso al considerar que es "costoso y engorroso” convocar comicios dos veces.
Macri llegó apenas pasadas las 9 al Bar Pepper -ubicado a la vuelta de la escuela donde figura empadronado-, a donde se acercaron varios de los candidatos del Pro en la Capital para desayunar en un clima que se vio enrarecido por la llegada y partida inmediata de la aspirante a senadora Gabriela Michetti.
Michetti llegó a la esquina del bar, permaneció unos instantes, dialogó con radios que estaban en la puerta y se retiró visiblemente enojada sin saludar a Macri ni al resto de sus correligionarios del Pro, según comentaron varios testigos.
Aunque la versión oficial que difundieron los demás candidatos es que Michetti estaba apurada por ir a encontrarse con sus padres que llegaban desde Laprida y luego acudir a misa antes de votar, reporteros gráficos y trabajadores del bar aseguraron ver a la diputada notablemente enojada porque el desayuno y la comparecencia ante los medios comenzó sin ella.
“Este es un día importante para la democracia, en la Ciudad está todo muy organizado y debería fluir todo naturalmente”, dijo Macri a los medios sentado en el bar.
El procesado jefe comunal se trasladó luego a la escuela y tras sufragar dijo en diálogo con los medios que la utilidad de las PASO “es algo para debatir” ya que “organizar una elección nacional obligatoria es costoso y engorroso” y los gobernantes tienen “que dividir esfuerzos entre la campaña y la gestión”.
Al momento de sufragar, el ex hijastro de Flavia Palmiero, pasó un mal momento ya que uno de los fiscales de la mesa se negó a darle la mano.
Tras emitir su sufragio, Macri se dispuso a saludar a cada una de las autoridades de su mesa, extendiéndoles la mano.
Al intentar hacerlo con una de ellas -un joven con una remera celeste-, este en un primer momento amagó con darle la mano, pero luego la retiró -el tradicional "ooosssooo"- y le explicó al hijo bobo de Franco Macri sus motivos para no saludarlo, lo que descolocó al procesado alcalde, quien mostró un gesto de desagrado.
El procesado alcalde dijo que iba a pasar la tarde comiendo un asado con amigos en una quinta y practicando deportes para luego trasladarse por la noche al bunker del Pro, que estará ubicado en Costa Salguero.
Macri estuvo acompañado por el jefe del gabinete porteño y de la campaña, Horacio Rodríguez Larrata, el secretario general del Gobierno, Marcos Peña, el candidato a senador Diego Santilli y los candidatos a diputados Sergio Bergman, Federico Sturzenegger y Alvaro González.
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