Por Franco Mizrahi, para Tiempo Argentino
La justicia sospecha que un sector de penitenciarios habría facilitado la huida por medidas que congelaron históricas "cajas" internas. La venta de drogas y los sobreprecios en la compra de vehículos, camas y alimentos. El ex titular del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, había advertido en julio sobre una posible fuga.
La fuga de 13 reclusos del penal de máxima seguridad de Ezeiza entre la noche del 19 y la madrugada del 20 de agosto, supuestamente a través de un boquete, derivó en la renuncia del director nacional del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Víctor Hortel.
Entonces, un interrogante se volvió inevitable: ¿los agentes del SPF apostados en el lugar tuvieron algún tipo de participación en la huida de los reos?
Los investigadores del caso consideran que la fuga no se pudo haber realizado sin la connivencia de los penitenciarios. El fiscal de la causa, Adrián García Lois, le solicitó al juez federal Carlos Ferreiro Pella "investigar la participación del personal" penitenciario.
El procurador de Lomas de Zamora consideró que "la fuga no pudo llevarse a cabo sin la colaboración de los guardias", por lo que "señaló la responsabilidad penal por evasión culposa de varios funcionarios del Servicio". Por su parte, el procurador penitenciario de la Nación, Francisco Mugnolo, indicó que hubo "complicidades" fuera y dentro de la unidad carcelaria.
A pocas horas de conocerse el suceso, Hortel dijo que "es una factura que me pasan desde el Servicio por el proceso de transformación que implementamos".
Acaso no sea mera casualidad que la fuga cinematográfica de los 13 delincuentes haya coincidido en el calendario con el cumpleaños del entonces funcionario. No falta quien cree que hasta el día del escape fue seleccionado con una precisión quirúrgica.
¿Pero por qué la corporación penitenciaria querría derrocar a Hortel? "El núcleo duro de la fuerza no quiere perder los negocios, las prebendas", afirmó el renunciado director del SPF el 20 de agosto.
¿A qué se refería? Una de las medidas que pretendió resentir lo que se conoce como "la caja" del núcleo duro del SPF fue publicada en el Boletín Público Normativo Nº460 del Servicio Penitenciario Federal, el 6 de junio de 2012. Se trató del "Protocolo de procedimiento de control de ingreso y egreso a establecimientos penitenciarios federales" cuyo fin era erradicar, fundamentalmente, el negocio de las drogas que se filtraba en las cárceles.
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