Los ministros de Economía, Silvina Batakis, y de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, se reunieron con las entidades del campo para analizar modificaciones al revalúo fiscal que aprobó la Legislatura, después de arduas negociaciones, a finales de mayo.
Los ruralistas de Carbap, Coninagro, Sociedad Rural y Federación Agraria Argentina habían planteado sus quejas durante una audiencia que mantuvieron la semana pasada con el gobernador Daniel Scioli.
Desde que se aprobó la ley, las entidades vienen sosteniendo que el revalúo contiene errores técnicos que causan inequidades y distorsiones en zonas como el sudoeste bonaerense, la cuenca del Salado, la zona de cría y en distritos cercanos al Conurbano. Y piden cambios para atenuar el impacto de los impuestos en el bolsillo de los productores.
Más allá de la suba en el Inmobiliario Rural, que ya se verá reflejada en las boletas de agosto, la nueva valuación de las tierras impactará de lleno el año que viene en Bienes Personales y Renta Mínima Presunta, dos tributos que se pagan a nivel nacional. Esa es la mayor preocupación para el sector.
Durante el encuentro, que fue meramente técnico, los ministros y los dirigentes del campo comenzaron a analizar los casos particulares para evaluar los futuros cambios al revalúo y quedaron en volver a reunirse la próxima semana.
Batakis consideró que “es importante articular y consensuar con el sector agropecuario políticas públicas que permitan al pequeño productor desarrollar su actividad y resguardarlo de los escenarios de tensión coyunturales que podrían generarse a partir de discusiones tributarias o de reglamentaciones".
Por su parte, el ministro Arrieta explicó que las reuniones "buscan profundizar la comprensión de la nueva ley tributaria e intentar corregir, de ser necesario, cualquier tipo de distorsión que ponga en riesgo la sustentabilidad de los productores".
Desde la Mesa Agropecuaria, en tanto, remarcaron que la decisión de avanzar en las modificaciones “es política”.
Corregir si hay cosas para corregir, sí. Ceder y bajarse los pantalones ante los agrogarcas, ¡NO! No sea cosa que en seis meses, Scioli tenga que pedir la escupidera otra vez para poder pagar los aguinaldos.
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