El matutino considera que debido a la inflación, los consumidores locales prefieren gastar 1500 dólares en un pasaje a Miami o Madrid para comprar a montones en el exterior. Para justificar su argumento, tuvieron que señalar que los salarios subieron más que la inflación.
Clarín quedó atrapado en el ridículo. Con tal de criticar y oponerse, cualquier cosa vale. Ni el 50% de Cristina Fernández de Kirchner los hizo modificar la estrategia. Ahora, el matutino parece ver algo así como el flagelo de los jeans de primera marca a precios caros en Argentina; algo que obliga a los más necesitados consumidores de última moda a irse al exterior y comprar en grandes cantidades.
Quién tiene el dinero suficiente para pagarse un pasaje a Miami o Madrid, no tiene problemas con el precio de la leche ni de la canasta básica de alimentos. Poner el grito en el cielo por el precio de los jeans de primera marca, es burlarse de aquellos a quienes les cuesta acceder a una buena alimentación. Eso hace Clarín.
En una nota que publicó el domingo, muestra el supuesto fenómeno de los viajes cortos para comprar ropa y tecnología, ya que los precios en el mercado local, son altos. Ninguna mención a que los impuestos al ingreso de tecnología favoreció la fabricación de distintos aparatos en la provincia de Tierra del Fuego, donde se instalaron marcas como Blackberry.
Dice la nota: "El fenómeno crece de la mano de dos factores: la carrera de los precios argentinos contra la inflación -que hace por ejemplo que un jean de marca acá no baje de los 400 pesos- y la aparición de planes de hasta 36 cuotas para pagar pasajes".
Es decir, para no comprar jeans de primera marca a $ 400 en Argentina, los consumidores locales prefieren endeudarse en 36 cuotas con pasajes de más de 1.000 dólares para comprarlos más baratos en el exterior.
Sin embargo el matutino, preocupado por el flagelo que significa vestirse a la moda comprando en Buenos Aires, tuvo que explicar que los salarios formales, crecieron más que la inflación: "a la hora de consumir el dinero argentino rinde más afuera que adentro. Agustín Bruno, economista de la consultora LCG, cruza dos variables. 'La primera -plantea- es el encarecimiento de nuestra moneda, debido al diferencial inflacionario entre nuestro país y el del resto del mundo. La segundo es que los viajeros son trabajadores con empleo formal, cuyos ingresos crecieron más que la inflación doméstica'".
Así, el pasquín envuelve huevos muestra cómo sectores de clase media alta viajan al exterior a comprar en grandes cantidades, como si pagar pasajes aéreos fuera algo accesible para todos.
El matutino parece burlarse de sus propios lectores que no pueden acceder a un pasaje aéreo como si fuera comprar un chupetín en el kiosko. Clarín parece decir, "como en éste país todo es muy caro, viajemos al exterior en familia, gastemos 7000 dólares de pasajes y volvamos con un montón de ropa que compramos a precios bajos". Absurdo.
¿Quién puede pagar pasajes a Europa y Estados Unidos, está realmente afectado por la inflación? Lo cierto es que no. Lo dice la misma nota cuando explica que los salarios subieron más que los precios.
Dice la nota: "Matemática pura, entonces, para un auge de consumo a 12 mil millas de casa: volar barato, pagar en cuotas y comprar más barato todavía que en cualquier shopping argentino. Una oferta inesperada en estos tiempos de inflación".
Habría que preguntarle a Magnetto, qué opinan los sectores populares sobre cómo impacta la inflación en aquellos que pueden volar al exterior a comprarse iPads "de a dos".
Otra burla más del matutino que pone el grito en el cielo porque todo está tan caro aquí, que hay comprar pasajes por miles de dólares para comprar más barato en el exterior. Un esfuerzo tremendo para los sectores medio-altos durísimamente afectados por los precios de las primeras marcas de ropa de moda.
No Néstor. No están nervishooos. ¡¡¡ESTAN EN PEDO!!!
Quién tiene el dinero suficiente para pagarse un pasaje a Miami o Madrid, no tiene problemas con el precio de la leche ni de la canasta básica de alimentos. Poner el grito en el cielo por el precio de los jeans de primera marca, es burlarse de aquellos a quienes les cuesta acceder a una buena alimentación. Eso hace Clarín.
En una nota que publicó el domingo, muestra el supuesto fenómeno de los viajes cortos para comprar ropa y tecnología, ya que los precios en el mercado local, son altos. Ninguna mención a que los impuestos al ingreso de tecnología favoreció la fabricación de distintos aparatos en la provincia de Tierra del Fuego, donde se instalaron marcas como Blackberry.
Dice la nota: "El fenómeno crece de la mano de dos factores: la carrera de los precios argentinos contra la inflación -que hace por ejemplo que un jean de marca acá no baje de los 400 pesos- y la aparición de planes de hasta 36 cuotas para pagar pasajes".
Es decir, para no comprar jeans de primera marca a $ 400 en Argentina, los consumidores locales prefieren endeudarse en 36 cuotas con pasajes de más de 1.000 dólares para comprarlos más baratos en el exterior.
Sin embargo el matutino, preocupado por el flagelo que significa vestirse a la moda comprando en Buenos Aires, tuvo que explicar que los salarios formales, crecieron más que la inflación: "a la hora de consumir el dinero argentino rinde más afuera que adentro. Agustín Bruno, economista de la consultora LCG, cruza dos variables. 'La primera -plantea- es el encarecimiento de nuestra moneda, debido al diferencial inflacionario entre nuestro país y el del resto del mundo. La segundo es que los viajeros son trabajadores con empleo formal, cuyos ingresos crecieron más que la inflación doméstica'".
Así, el pasquín envuelve huevos muestra cómo sectores de clase media alta viajan al exterior a comprar en grandes cantidades, como si pagar pasajes aéreos fuera algo accesible para todos.
El matutino parece burlarse de sus propios lectores que no pueden acceder a un pasaje aéreo como si fuera comprar un chupetín en el kiosko. Clarín parece decir, "como en éste país todo es muy caro, viajemos al exterior en familia, gastemos 7000 dólares de pasajes y volvamos con un montón de ropa que compramos a precios bajos". Absurdo.
¿Quién puede pagar pasajes a Europa y Estados Unidos, está realmente afectado por la inflación? Lo cierto es que no. Lo dice la misma nota cuando explica que los salarios subieron más que los precios.
Dice la nota: "Matemática pura, entonces, para un auge de consumo a 12 mil millas de casa: volar barato, pagar en cuotas y comprar más barato todavía que en cualquier shopping argentino. Una oferta inesperada en estos tiempos de inflación".
Habría que preguntarle a Magnetto, qué opinan los sectores populares sobre cómo impacta la inflación en aquellos que pueden volar al exterior a comprarse iPads "de a dos".
Otra burla más del matutino que pone el grito en el cielo porque todo está tan caro aquí, que hay comprar pasajes por miles de dólares para comprar más barato en el exterior. Un esfuerzo tremendo para los sectores medio-altos durísimamente afectados por los precios de las primeras marcas de ropa de moda.
No Néstor. No están nervishooos. ¡¡¡ESTAN EN PEDO!!!
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