miércoles, 20 de septiembre de 2017

El régimen macrifascista sigue sin atender el reclamo de los científicos

A PESAR DE QUE LA TOMA PACÍFICA AL MINISTERIO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA LLEVA YA MÁS DE UNA SEMANA, EL MINISTRO LINO BARAÑAO SE NIEGA A DIALOGAR. LOS INVESTIGADORES DENUNCIARON QUE DESDE ESA CARTERA REALIZAN "MANIOBRAS EXTORSIVAS" PARA QUE LAS UNIVERSIDADES CONTRATEN A LOS BECARIOS EXCLUIDOS DEL CONICET SIN RESPETAR LAS CONDICIONES ACORDADAS EN DICIEMBRE PASADO.

Los científicos excluidos del Conicet por el recorte del régimen macrifascista, que desde hace más de una semana toman en forma pacífica la sede del Ministerio de Ciencia y Tecnología, denuncian que esta cartera está llevando adelante “maniobras extorsivas” para que las universidades aceleren los procesos de inserción de los investigadores reubicados. “El Gobierno se da cuenta que estamos dando argumentos válidos y para cerrar el proceso rápidamente están presionando a las instituciones”, explicó Guido Giorgi, de la Red Federal de Afectados.  

“Apuntamos a que el ministro y el Gobierno se siente a dialogar porque para nosotros levantaron la negociación de manera unilateral, sin tener en cuenta ninguna de nuestras propuestas”, señaló Giorgi, tras denunciar la maniobra extorsiva puesta en marcha por el Ministerio. Al respeto, explicó que la presión para acelerar la reinserción de los becarios fuera del Conicet y al margen de los términos acordados en diciembre pasado resulta complicado para los científicos, pero también para las universidades, que tienen sus propios tiempos.

En algunos casos, incluso, hubo universidades que se comunicaron con los becarios y les advirtieron que si no firman mañana, perderán sus puestos. “Nos están extorsionando para que firmemos o para que nos quedemos sin trabajo”, puntualizó el investigador.

Los científicos afirman que tienen “genuino interés” en trabajar en universidades nacionales como docentes investigadores, pero reclaman el cumplimiento del acta acuerdo firmada en diciembre de 2016, en la cual el Ministerio se comprometió a garantizarles las mismas condiciones laborales que las de un empleado del Conicet. Según denunciaron desde las organizaciones que representan a los investigadores, los contratos “los dejan en una situación sumamente precaria”, a pesar de que ellos concursaron durante un año para lograr la plaza que obtuvieron dentro de la entidad.

“Incumple el acto acuerdo porque prevé una reducción salarial del 30 por ciento menos de un cargo del Conicet y además no nos asegura la estabilidad porque estipula una cláusula para que las Universidades puedan excluirse del programa en caso de que haya un ajuste presupuestario”, explicó Giorgi.

Barañao no sólo no se acercó a dialogar con los investigadores sino que también cuestionó a quienes ocupan el Ministerio e incluso aseguró que más de la mitad de los investigadores alcanzados por el recorte presupuestario ya “se comprometieron a aceptar el (nuevo) cargo”. Los científicos, sin embargo, presentaron un documento en el cual 331 investigadores, que representan al 80 por ciento de los despidos en diciembre, declararon que hasta la fecha ninguno de ellos firmó un nuevo contrato que les permita continuar con sus investigaciones.

“Barañao salió a comunicar de manera engañosa planteando de que no representábamos al conjunto de los doctores y que la mayoría había firmado el consentimiento para firmar el programa , pero es ridículo que digan que no me represento a mí mismo”, consideró Giorgi.

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