jueves, 7 de septiembre de 2017

El Papa ya está en Colombia en una visita que busca sanar heridas del conflicto armado

EL PAPA FRANCISCO ARRIBÓ AYER A COLOMBIA PARA UNA VISITA PASTORAL DE CINCO DÍAS EN LA QUE BUSCA AYUDAR A SANAR LAS HERIDAS Y RECONCILIAR A UNA NACIÓN DIVIDIDA TRAS DESACTIVAR EL CONFLICTO ARMADO MÁS LARGO DE LATINOAMÉRICA.


El avión de Alitalia que trajo al pontífice argentino a suelo colombiano, aterrizó a las 16.10 hora colombiana (18.10 de Argentina) en una sección militar del aeropuerto internacional El Dorado, pocos minutos antes de lo previsto por los organizadores. Se creyó que arribaría con retraso debido a que el vuelo debió cambiar de ruta debido a la presencia del letal huracán Irma sobre el Caribe. 

Se trata de la tercera visita de un papa a la nación sudamericana, luego de los viajes de Pablo VI y Juan Pablo II en 1968 y 1986 respectivamente. 

Francisco había prometido visitar a Colombia después de que el país lograse desactivar un conflicto de medio siglo con las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC), que costó la vida a más de 220.000 personas y desarraigó a miles.

A bordo del avión en el que viajó a Bogotá, el Pontífice había señalado que se trata de un viaje "un poco especial" porque "ayudará también a Colombia a ir adelante" en su "camino a la paz". Poco después de despegar rumbo al país caribeño, Francisco hizo esa declaración a los 72 periodistas que le acompañaron en el vuelo y a quienes saludó personalmente uno a uno.

El Papa viajó a Colombia después de la firma de los acuerdos de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y tras el anuncio de un alto el fuego del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Tras dar las gracias a los periodistas "por la compañía" y por el "trabajo que harán" en este viaje, les animó a rezar una oración. Durante el vuelo se cruzó aire de Venezuela y entonces también pidió una oración "para que pueda crearse diálogo y el país encuentre una buena estabilidad y un diálogo entre todos".

El momento álgido de la visita de Francisco se producirá el viernes, con una reunión y una oración de reconciliación entre las víctimas del conflicto y exguerrilleros en Villavicencio, una ciudad al sur de Bogotá rodeada por territorios controlados durante años por las FARC. 

El evento estará lleno de simbolismo. El pontífice beatificará a dos sacerdotes colombianos asesinados durante las décadas de conflicto con los rebeldes, declarándolos "mártires" víctimas del odio a la fe católica. 

El encuentro estará presidido por uno de los símbolos más conmovedores del conflicto: una mutilada imagen de Jesucristo que fue rescatada de una iglesia en la localidad occidental de Bojaya luego de un ataque de las FARC con mortero en 2012. 

Unas 300 personas se refugiaban en el templo durante la balacera, un enfrentamiento a tres bandas entre los rebeldes, milicias de derechas y el ejército. Al menos 79 personas fallecieron y un centenar más resultaron heridas. En total, el conflicto dejó más de 250.000 muertos, 60.000 desaparecidos y millones de desplazados. 

Antes de la llegada del Francisco, el presidente Juan Manuel Santos, y el último gran grupo rebelde del país, el Ejército de Liberación Nacional, ELN, firmaron un acuerdo de alto el fuego bilateral, un importante paso hacia la negociación de un acuerdo de paz permanente. 

El número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, dijo que el mensaje central del viaje es "la capacidad de perdón: para perdonar y ser perdonado"

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