jueves, 1 de junio de 2017

El peronismo se encamina a una interna entre Cristina y Randazzo

EN UNA REUNIÓN MUY CONTENIDA LLEVADA A CABO AYER, NO HUBO ACUERDO Y PREVALECE LA IDEA QUE NEGAR LA PRIMARIA IMPLICA UN COSTO MUY ALTO.

El peronismo bonaerense se encamina a protagonizar una interna real, como acaso no ocurre desde que el turco innombrable dio el batacazo y desbancó a Antonio Cafiero. Esta vez el pronóstico no favorece al retador, pero al menos ayer Florencio Randazzo consiguió que aunque sea a disgusto, aquellos que apoyan a Cristina Fernández Kirchner empezaran a aceptar que acaso no queda otra opción que darle la primaria.

"El costo de negarle la interna al flaco a esta altura es demasiado alto", reconoció uno de los intendentes de la tercera sección, que en la reunión realizada en la sede del PJ de Matheu, se pronunció a favor de la candidatura de Cristina detrás de una lista de unidad.

Por el randazzismo hablaron Fernando "Chino" Navarro y Julián Domínguez y contra todos los pronósticos el debate fue tan civilizado que por momentos parecía una reunión de la social democracia sueca. "Lo único rescatable es que fue una reunión de buen tono sin agresiones y palabras con palabras medidas", afirmó otro de los intendentes presentes, a quien no le hace ninguna gracia tener que transitar una interna en su distrito. "Vamos a ganar, pero en el medio te dicen de todo y al otro día se van con Massa o cualquiera", dijo resignado.

En la reunión, más del noventa por ciento de los intendentes se pronunciaron a favor de una lista de unidad y a favor de la candidatura de Cristina. Todos los jefes comunales de la tercera sección electoral -la más populosa del conurbano- se pronunciaron explícitamente en ese sentido. "El PJ necesita encontrar una figura que pueda aglutinar. Sería bueno que Cristina esté en el Senado", afirmó en esa línea Martín insaurralde, el primero en hablar.

Lo mismo ocurrió en la primera sección electoral y hasta en la sexta que tuvo como vocero a Hugo Corvatta. Desde el randazzismo contestaron que tenían unos diez intendentes encolumnados detrás de su proyecto.

Pero la argumentación más estructural estuvo a cargo de Juan Manuel Abal Medina, quien recordó que las primarias fueron un instrumento elaborado por Néstor Kirchner. "Además la competencia no da volumen político y podemos terminar sumando 40 puntos", intentó endulzar a los intendentes.

"Cada uno ratificó su posición. Algunos compañeros creen que la PASO debe ser con una lista única, y otros creemos que debe ser con una disputa y una posibilidad de elegir. Randazzo puede construir una mayoría para vencer el macrismo", dijo Navarro.

Lo notable es que en un marco general en el que el régimen fascista de Mugrizio Macri se niega a abrir primarias en ningún distrito -el caso más notable fue el del ex embajador Martín Lousteau que terminó echado de Cambiemos en los hechos-; casi nadie en la reunión del PJ pensó que diferenciarse por ese lado podía ser un valor.

Más bien, lo que imperó fue una civilizada resignación de aceptar la primaria como el mal menor frente a la eventual acusación de proscripción. Aunque el debate sigue abierto: los intendentes más veteranos no quieren saber nada y los más jóvenes la aceptan, a desgano, pero la aceptan.

Los camporistas optaron por un astuto perfil bajo y dejaron que el peso de la argumentación de la unidad cayera en los intendentes que estuvieron representados por Insaurralde, Gray y Corvatta.

En la previa los "economistas" Kicillof, Giorgi, Batakis y Feletti, desplegaron un panorama desolador sobre la situación actual, por si los intendentes necesitaban "letra" para la campaña.

La ausente más presente, mandó a decir que en público trataran de evitar hablar de los temas políticos y se centraran en comentar los temas que angustian a la gente; básicamente, inflación y desempleo; anticipando acaso que ya tiene prácticamente toda la decisión de competir.

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