LA ASAMBLEA DE LOS ACCIONISTAS DE SANCOR APROBÓ AYER EN SUNCHALES, POR UNANIMIDAD, LOS LINEAMIENTOS DISPUESTOS PARA LA REESTRUCTURACIÓN DE LA EMPRESA, INFORMÓ LA COMPAÑÍA COOPERATIVA. TAMBIÉN SE APROBÓ EL FIDEICOMISO ACORDADO A COMIENZOS DE MES CON EL RÉGIMEN MACRIFASCISTA, QUE APORTARÁ 450 MILLONES DE PESOS.
La cooperativa SanCor realizó una asamblea extraordinaria en la cual aprobó por unanimidad un plan de reestructuración propuesto en el orden del día para evitar finalmente la quiebra a la firma láctea.
En un clima de incertidumbre por el futuro de una de las mayores empresas lecheras del país, se hicieron presentes en el encuentro en Sunchales, los síndicos, directivos y productores asociados para poner en marcha el plan pedido por el régimen macrifascista.
En rigor, en la asamblea se aprobó el préstamo del Fondo para el Desarrollo Económico Argentino (Fondear) por $ 450 millones financiado por el Banco Nación a través del Ministerio de la Producción que conduce Francisco Cabrera.
Con esta inyección de fondos prestados a una tasa del 14% anual, SanCor se garantiza regularizar gradualmente los pagos pendientes a los tamberos que la proveen de leche y empezar a cubrir deudas que, según cálculos privados, supera los $ 6 mil millones.
Los asambleístas acordaron además el inicio de un proceso de estabilización de la firma mediante el restablecimiento de actividades productivas y comerciales en las plantas de Charlone (Buenos Aires), Centeno (Santa Fe) y Coronel Moldes (Córdoba).
En este contexto, las autoridades de la ccoperativa estaban conformes porque con el crédito, de alguna forma, compraron tiempo para seguir negociando en condiciones más normales la venta de la cooperativa a las firmas Lactalis (Francia) y Lala (México).
Este último punto es una exigencia de la Casa Rosada para darle un destino definitivo y concreto a la cooperativa insignia de la lechería argentina que ya el año pasado vendió el 90% de la línea de postres al grupo Vicentín por un total de $ 100 millones.
Con este plan de reestructuración recientemente aprobado, sumado a la reducción del "aporte voluntario" que rige desde 2009 -de $ 3200 por trabajador- al gremio ATILRA, en el sector lácteo creen que habrá más interesados en comprar la cooperativa.
En tanto, según pudo saberse, en el régimen se impuso el ala política que quería salvar SanCor dado que, un eventual cierre, impactaría negativamente en las próximas elecciones legislativas en función de la pérdida de empleo que habría en el interior.
Este sector "político" estuvo comandada principalmente por el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y el presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, dos conocedores del sector que negociaron con gobernadores, sindicalistas y productores.
En cambio, otra sector del macrifascismo, quizás más pragmática, encabezada por el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, tuvo intenciones de dejar caer SanCor por el precedente que generaría un salvataje de estas características sobre una empresa puntual.
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