EL EX HIJASTRO DE FLAVIA PALMIERO ENVIÓ ASÍ UNA SEÑAL A SU BLOQUE, QUE ANALIZA SI CONVOCA A LA COMISIÓN DE JUICIO POLÍTICO.
El minué envenenado que bailan Mugrizio Macri y Elisa Carrió, sumó ayer un nuevo giro con la cerrada defensa del subnormal al titular de la Corte Suprema.
"Como Presidente y como Gobierno no compartimos" las denuncias de Carrió contra Lorenzetti, dijo Macri.
El pelotudo hijo de puta agregó que en todo caso deberá ser el Congreso quien defina que hacer ante el pedido de juicio político contra el presidente de la Corte Suprema que la desquiciada diputada interpuso la semana pasada.
"El Congreso las debatirá, como debate tantas otras cosas y decidirá qué va a pasar con esto", dijo el idiota confeso, como si fuera un actor políticamente neutro.
No fue inocente. El viernes pasado Carrió se reunió con Emilio Monzó -presidente de la Cámara de Diputados y su aliado en la interna de la Cambiemos- y le pidió que active para este miércoles la reunión de la comisión de Juicio Político, que preside el larretista Alvaro González.
Carrió juega a la política con un nivel que el macrifascismo no logra empardar. Tiene al régimen en un puño con la demora en la definición del distrito en que jugará. Macri, Rodríguez Larrata y Vidal quieren que compita en la Capital para neutralizar a Martín Lousteau.
Ella ahora reclama que la acompañen en la cruzada contra Lorenzetti a quien además sepultó bajo una serie de denuncias muy consistentes y amenaza con terminar de liquidar con el denso caso de los seguros ambientales que golpea a empresarios muy cercanos a Macri, aunque ahora estén distanciados.
Hasta el sábado por la noche, Alvaro Gonzélez y el resto del bloque macrifascista no estaban dispuesto a convocar a la comisión de juicio político. Se supone que tras la declaración de este domingo del imbécil, lo estarán menos.
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