LO IBAN A TRATAR EL 19 PERO LO PASARON A MAYO PARA EVITAR HABLAR DE LOS INCIDENTES. EL MASSISMO Y EL FPV, DIVIDIDOS.
La represión policial del domingo a los docentes de CTERA que intentaban instalar una escuela itinerante en el Congreso cambió los planes parlamentarios de la alianza de derecha Cambiemos, que este año apuesta a usar los recintos para acentuar la polarización con el kirchnerismo.
Con ese objetivo,el miércoles 19 Cambiemos tenía pautada una sesión para tratar el proyecto para crear un Instituto de Calidad Educativa, que tiene entre sus misiones evaluar a los docentes.
CTERA se opone y hasta el domingo los diputados de Cambiemos buscaban exponer a Hugo Yasky y Roberto Baradel en el recinto con la certeza de que sería aprobado, porque el Frente Rejuntador lo respaldó en comisión.
Pero con el escándalo de la represión del domingo, los diputados oficialistas no quieren correr riesgos y aplazaron el proyecto para mayo.
"Macri dice que precisa la ley, entonces vamos a tratarla cuando estén los votos", explicaban desde la bancada conducida por Mario Negri, acostumbrados a lidiar con inesperados contratiempos de la Casa Rosada.
Los riesgos son que la sesión se desmadre por las horas de cuestiones de privilegio para repudiar la represión, o, aun más peligroso, que una parte de la oposición cambie el proyecto en particular y la redacción de la ley termine de forma inesperada.
De hecho, el Frente para la Victoria-PJ y el Frente Rejuntador planean convocar cada uno por su lado a sesiones especiales para discutir el conflicto docente. No está claro si le darán quórum a Cambiemos.
La sesión especial del oficialismo sería convocada recién hoy por la diputada macrifascista Silvia Lospennato y hasta anoche no estaba claro si incluiría el otro tema que hasta el viernes estaba previsto tratar para sumar polarización: el repudio al fallido intento de cerrar el parlamento de Venezuela que hizo la Corte de ese país, cercana al presidente Nicolás Maduro.
La traba, inesperada, es Elisa Carrió, en disputa con Macri por su intento de llevar a juicio político a Ricardo Lorenzetti. La desquiciada chaqueña preside la Comisión de Relaciones Internacionales y exige intervención en asuntos externos. Pidió tiempo para negociar un dictamen común con la oposición y dio el primer paso hoy con una reunión de asesores.
Aunque la estrategia del régimen fascista es que el Congreso casi no funcione en este año, sus diputados quieren aprobar cuanto antes proyectos pendientes con acuerdos de todos los bloques.
Aoche circuló un temario con proyectos como la prohibición de comercialización de lámparas incandescentes y halógenas, el traspaso de juzgados nacionales a la ciudad de Buenos Aires, cambios en la obligación de denunciar delitos en presupuestos mínimos ambiental de calidad acústica. También había interés por aprobar un subsidio a electrodependientes. Pero hace falta acuerdo. Y es difícil conseguirlo.
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