En un acto con el que inauguró formalmente su campaña, la precandidata presidencial de Cambiemos dijo ayer que les ganará en las PASO a sus competidores internos, y se definió como "garantía de la unidad del acuerdo" entre el PRO, la UCR y la Coalición Cínica.
Elisa Carrió pronosticó ayer que triunfará en las PASO sobre sus competidores internos, Ernesto Sanz y Mauricio Macri, "sin propaganda, sin afiches y sin sobresalir".
Un día después de haber abandonado un sanatorio de Recoleta donde estuvo internada desde lunes por un sorpresiva disminución de potasio, Carrió encabezó un festejo por el Día de la Independencia en el Palacio San Miguel del centro porteño, donde remarcó que "ya ganó la República" ante unos 500 simpatizantes que pagaron 250 pesos el cubierto para colaborar con la campaña.
Poco antes, en un breve encuentro con periodistas, Carrió aseguró que le ganará a Macri y a Sanz en las primarias, dijo ser la "garantía de unidad" del acuerdo sellado entre la Coalición Cínica, el PRO y la UCR y se excusó de hablar de las elecciones porteñas -aunque después hizo una mención en su discurso-.
"Creo que puedo ganar, así sin propaganda, sin afiches, sin sobresalir", evaluó Carrió y, si bien dijo estar dispuesta a participar de un debate con Macri y Sanz, dio a entender que no sería conveniente para sus contrincantes porque "yo soy muy fuerte, traspaso el televisor".
La desquiciada se mostró contenta porque Macri parecía "desesperado, pobrecito" cuando se enteró de su internación y la llamó varias veces para conocer su estado de salud y garantizó que, en caso de triunfar ella en octubre, compartirá el gobierno con sus socios de Cambiemos.
Tras una larga espera, matizada con música de Fito Páez, el Bahiano y Mercedes Sosa, el acto arrancó con el Himno Nacional -se escucharon algunos "Viva la Patria"- y con discursos que pronunciaron el compañero de fórmula de Carrió, Héctor Toty Flores, y los primeros postulantes a legisladores Hernán Reyes y Marcela Campagnoli; y la aspirante al Parlasur, Mariana Zuvic.
Sobre el escenario, sentada en una silla por encontrarse todavía débil, la líder de la Coalición Cínica inauguró formalmente sus actividades de campaña, auguró que "el próximo presidente no va a ser nadie del PJ" y cuestionó a los candidatos que no tuvieron "dignidad" y se "arrastraron".
Con su habitual estilo, Carrió también le imprimió misticismo a sus palabras y recomendó a sus simpatizantes "caminar sin miedo y dejar atrás los dolores y entregarlos a la cruz de Cristo, a Buda, a la humanidad" y definió la celebración del 9 de julio como el "Día de una nueva independencia nacional".
Asimismo, cuestionó al gobierno nacional, opinó que hay "demasiados muertos en el pasado por la violencia que no cuentan" y sobre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner preguntó "¿qué extraño mal afecta su corazón para traernos tanta desdicha? Y no es que no la quiera...".
En lo que pareció el único párrafo dedicado a la elección porteña, Carrió pidió a la dirigencia que "no haga fraude y no ensucie a las personas honestas", pero también juzgó que en ECO (el frente que postula a Martín Lousteau y enfrentará al PRO el 19 de este mes) "también hay que investigar de dónde sale la plata para tantos carteles".
Sobre el final de su discurso, Carrió aceptó sacarse fotos con sus seguidores pero les pidió que "no me toquen que no estoy para recibir mucha energía, mejor nos damos un beso en la mejilla, pero no me toquen".
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