Vecinos que habitan en hogares de tránsito porteños denuncian abandono por parte del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) ante las reiteradas quejas por las precarias condiciones edilicias en las que se encuentran los inmuebles y se quejan porque el macrismo “hace oídos sordos” a sus reclamos.
“Hay una situación que es constante: el abandono por parte del IVC sobre las condiciones diarias en estos lugares”, dijo Maximiliano Nenna, comunero por el Frente para la Victoria de la Comuna 4.
“El organismo no se ocupa de la construcción de viviendas ni de terminar de resolver las mejoras en los más de 20 conventillos que pertenecen al Gobierno de la Ciudad”, apuntó el comunero que representa los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya, entre los más postergados por el Ejecutivo porteño.
Nenna detalló que “en La Boca hay dos hogares de tránsito y en San Telmo uno” cuando hay “unos 21 conventillos” que fueron comprados por el gobierno porteño y que aún “no han sido reconvertidos” ya que muchos de ellos se encuentran en estado edilicio crítico.
“Faltan que se hagan las mejoras en estos conventillos donde todavía no han tenido ni siquiera inicio de obras y esto se debe a la falta de presupuesto, y encima los pocos fondos que asignan ni siquiera los terminan de ejecutar”, agregó.
“Esta es una situación constante del gobierno porteño que desde hace ya muchísimos años tiene el plan Recup para dar solución habitacional a vecinos que ya están asignados en el programa y son adquirientes de este derecho a la vivienda”, señaló Nenna y añadió que "la justicia porteña está convocando a representantes de la Defensoría del Pueblo y del IVC por este tema pero por más que se produzcan las audiencias nunca se avanza en una solución”.
El comunero precisó que hace un tiempo vecinos que vivían en un conventillo ubicado en la calle Rocha fueron relocalizados a en un hogar de tránsito en la calle Arzobispo Espinosa sin embargo “la situación de esa gente no mejoró sino que sigue igual” ya que las condiciones de su nuevo hogar “no son mucho mejores a las anteriores”.
Un caso testigo es el de Patricia Juárez que vive en un hogar de tránsito ubicado en Martín Rodríguez 559, en La Boca, que como los demás depende del IVC y aseguró que el organismo “hace oídos sordos a los reclamos y denuncias” presentados por todos los vecinos que viven allí.
En el inmueble, donde viven 5 familias, abundan las goteras, vidrios rotos, baños en precarias condiciones y paredes electrificadas por el agua que ingresa en la instalación eléctrica.
“Hace tres años se hizo un 'plan de contingencia' ordenado por el juez (Roberto) Gallardo por las malas condiciones en las que estábamos viviendo”, afirmó Juárez quien vive en ese hogar con su familia hace 15 años.
“Tenían que arreglar los problemas edilicios y en vez de eso lo empeoraron todo, antes se llovía atrás ahora se llueve de punta a punta del edificio y por eso se electrificaron las paredes del pasillo, todo está mucho peor que antes”, aseguró la mujer y explicó que “cuando se terminaron las obras, se avisó al IVC de la situación, dijeron que iban a mandar un arquitecto a constatar las pérdidas y comprobaron que sí se llovía, pero solamente nos dijeron que había un año de garantía para reclamar a la empresa que hizo los arreglos para que los solucione”.
“Una vez constatadas las goteras volvieron a venir una y otra vez, el tiempo pasó y perdieron la garantía y nunca arreglaron las filtraciones y por eso la situación del edificio empeoró cada vez más”, sostuvo.
Ademas de estas pésimas condiciones en las que tiene que vivir, aseguró que hay una vecina que reside en el mismo lugar que es “violenta con todos” los habitantes del edificio y de la que tienen denuncias desde hace ocho años.
“Me lastimó con un cuchillo, nos amenaza con armas de fuego a mí, a mis hijos, a los demás vecinos, el hijo de esta señora me gatilló en la cabeza”, precisó y remarcó que la justicia le adjudicó una “consigna policial las 24 horas” además de contar con “un botón antipánico”.
La mujer señaló que a pesar de los recaudos que la justicia tuvo para evitar que continúen las agresiones ella se dirigió a las autoridades del IVC “para decirles que no se puede vivir con una persona así” pero “nunca obtuve una respuesta”.
“Mi familia y yo tenemos miedo, por lo que pueda hacer esta mujer y también por las condiciones en las que estamos viviendo. Si viene hoy Defensa Civil tiene que clausurar el edificio por las condiciones en las que se encuentra”, manifestó.
Hace 15 años Juárez y sus cinco hijos vivían en un conventillo en Suárez 1061 del que fueron desalojados y entonces el IVC les otorgó una habitación en el hogar de tránsito en el que actualmente residen y unos meses después, a través de un juez de menores, consiguió una habitación más en ese mismo lugar ya que “el espacio era muy pequeño”.
La mujer denunció que ella y los vecinos que viven allí se comunican “constantemente al IVC” y que nunca tienen respuesta a sus reclamos. “Nos dicen que va a venir un inspector y nunca viene nadie”, se quejó.
“Antes teníamos reuniones en las que se organizaban mesas de trabajo con representantes del IVC, de la Defensoría del Pueblo y de los hogares de tránsito, sin embargo desde febrero de 2014 no tenemos mas comunicación, nunca apareció nadie del IVC y tampoco nos dan una respuesta”, añadió.
“En 2012 nos tendrían que haber entregado nuestros departamentos, los que tenemos asignados pero los terrenos están cercados, tienen un cartel de obra pero ni siquiera se empezaron y encima desde el IVC nos dicen que no van a construir nada”, completó.
La mujer aseguró que “no se puede vivir ni en estas condiciones ni con el peligro de esta mujer que tenemos como vecina que te agrede física y verbalmente todo el tiempo y lo peor es que ante toda esta situación estamos solos, el IVC y el gobierno porteño hace oídos sordos a nuestros reclamos”.
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