Macri: "Pasé del aturdimiento y el shock a la indignación y la bronca"

El jefe de Gobierno Porteño, Mugrizio Macri, manifestó su "impotencia" por la muerte de Alberto Nisman, se solidarizó con su familia y pidió "que la Justicia actúe en forma independiente y rápida" para esclarecer el hecho.

Tras la muerte del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, el jefe de Gobierno porteño, Mugrizio Macri, manifestó su "impotencia" por el hecho, se solidarizó con su familia y pidió "que la Justicia actúe en forma independiente y rápida" para esclarecer el hecho.

"Fue un momento en el que pasé del aturdimiento al shock, después a la indignación, después a la bronca y después a la importencia", dijo Macri en conferencia de prensa y manifestó su "solidaridad para la familia Nisman".

"¿Cómo puede ser que la violencia esté ganando de vuelta la vida pública argentina?", lamentó el pelotudo desmemoriado, que habla de violencia y olvida que está procesado en la causa por la acción de la UCEP que le pegaba a embarazadas.

Asimismo, subrayó que "hoy es importante que la Justicia actúe en forma independiente, rápida y contundente para decirnos que pasó con la muerte del fiscal que investigaba hace muchos años un hecho terrorista dramático que hoy sigue impune".

En ese sentido, pidió "que continúe adelante la denuncia (contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner), que se investigue, que se sepa qué va a pasar con el equipo del fiscal, con las pruebas" y agregó que "si esta muerte termina en más impunidad es un desastre para el futuro institucional de nuestro país".

Según el mandatario porteño, la muerte de Nisman "tiene que ser un momento bisagra", a partir del cual se consiga "desterrar las prácticas de la mala política, como utilizar los servicios de inteligencia en forma facciosa". 

"Tienen que estar al servicio de los intereses de la Nación, no de un partido ni en contra de otros dirigentes", sostuvo el funcionario, procesado en la causa por escuchas ilegales, que aprovechó para vicitimizarse sobre esa cuestión: "yo sufrí ese sistema (la utilización política de los servicios de inteligencia) en la causa de las escuchas".

Por último, se puso su traje de precandidato presidencial e improvisó un slogan de campaña: "que no nos ganen ni el miedo ni la resignación. Vamos a poder con esta violencia, vamos a terminar con esta violencia".