La carpa de los vecinos nucleados en la Corriente Villera Independiente (CVI) se mantuvo erigida ayer a metros del Obelisco por segundo día consecutivo a la espera de una respuesta del gobierno porteño al reclamo por la falta de la urbanización de los barrios precarios.
En ese marco y bajo la estructura de metal de 60 metros cuadrados denominada "La carpa de la dignidad", un grupo de habitantes de los asentamientos permanece con una huelga de hambre líquida para demandar, además, "una solución habitacional" a la Ciudad.
"Esta es una huelga de hambre por tiempo indeterminado hasta que el gobierno de Mauricio Macri se haga cargo de la urbanización de las villas de Buenos Aires", dijo Rafael Klejzer, de la CVI.
"El reclamo se dirige a lograr que las villas formen parte del entramado de los barrios de la Ciudad de Buenos Aires", añadió.
"Basta de criminalizar la pobreza. Les pedimos al gobierno de Macri que si quieren buscar drogas vayan a Puerto Madero, o a los countries del partido de Tigre. Nosotros queremos vivir dignamente y es responsabilidad de los funcionarios avanzar para que eso se cumpla", sostuvo el referente barrial.
En todas las paredes de la carpa se leen los puntos que los habitantes de esos barrios piden a Macri: declarar la emergencia habitacional, socioambiental, sociosanitaria y socioeducativa en las villas; la urbanización con radicación; una auditoría de las cooperativas y empresas que trabajan en los barrios; la regulación de alquileres y subsidios habitacionales, y la no criminalización de la pobreza.
La huelga de hambre líquida es llevada a cabo por seis integrantes de la Corriente que rotarán cada cinco días en la Plaza de La República y sin alterar el tránsito en el lugar.
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