El INDEC aclaró así la discontinuidad en la publicación de la serie histórica de la medición de incidencia de pobreza e indigencia por ingresos monetarios, que se venía realizando desde 1993.
En un comunicado, el organismo explicó además que la decisión sobre las canastas Básica Alimentaria y Total obedeció a la discontinuación del IPC-GBA (Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires) y a "la imposibilidad de empalme" con el nuevo IPC-NU (Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano).
El INDEC recordó que en enero se modificó la metodología de elaboración del IPC, que ahora incluye la totalidad del país, lo cual "constituye un salto cualitativo en la federalización de los índices de la economía nacional".
Asimismo, el Instituto señaló que se encuentra actualmente trabajando, junto con otros organismos, en "nuevas metodologías que permitirán caracterizar de manera más eficiente las condiciones socioeconómicas de la población en el conjunto de las regiones que componen el país".
En ese sentido, ratificó el objetivo de "continuar proveyendo de instrumentos confiables, que permitan el diseño e implementación de las políticas públicas".
El INDEC recordó que publica periódicamente "estadísticas de ingresos por hogar y per cápita, además del informe sobre necesidades básicas insatisfechas, junto con un abundante conjunto de indicadores socio demográficos y socio económicos que permiten caracterizar las condiciones de vida de la población del país".
En cuanto a la discontinuada metodología de medición oficial de la pobreza y la indigencia por el método de la línea de pobreza, según unidad adulto equivalente, el INDEC señala que el valor de la canasta básica alimentaria se determinó actualizando mensualmente el valor fijado en 16 australes de 1985, por el proyecto "Investigación sobre Pobreza en Argentina".
Según el tipo de cambio nominal, esa suma era equivalente a algo menos de 17 dólares de aquel año, concluyó el organismo.
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