Por Roberto Bacman, para Tiempo Argentino
El CEOP estima que la fortaleza del oficialismo es su importante segmento de votantes fieles. El autor del sondeo analiza el escenario del principal distrito electoral, a horas del cierre de listas. Los desafíos de Massa, y la situación de Alicia Kirchner e Insaurralde.
Alicia Lirchner y Martín Insaurralde
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No falta tanto. Es más: van a pasar muchas cosas en muy poco tiempo. Mañana ya se conocerán los candidatos y en menos de dos meses se realizarán las primarias y a fines de octubre las elecciones de medio término.
Sin caer en lugares comunes vale la pena afirmar que la elección en la provincia de Buenos Aires es la madre de todas las batallas. Un dato de la realidad es más que contundente al respecto: es el distrito clave en cualquier elección nacional. No sólo por su notable peso estadístico (representa el 37,2% del total del padrón nacional) sino por su importante influencia simbólica en cualquier elección.
Y aunque aún falta bastante por definir, ya que recién a partir del próximo domingo se tendrá en claro quién y quiénes serán los candidatos de cada fuerza política, vale la pena tener en cuenta algunos indicadores de escenario de anticipación de una elección tan crucial en dicho distrito. En una encuesta de opinión que la consultora CEOP llevó a cabo en los últimos días, se detecta un conjunto de resultados que se convierten en una primera aproximación al respecto.
El primer elemento que se debe tener en cuenta es estructural y se refiere al contexto: en los últimos diez años desde que la crisis del contrato social de la Convertibilidad y la caída del gobierno de la Alianza remató en la profunda crisis de los partidos políticos y el estallido de las lealtades tradicionales del voto, sólo el Frente para la Victoria tuvo la capacidad de constituir un segmento de electores fieles que constituyen lo que podríamos definir como su núcleo duro. Y esta fidelidad al día de hoy se centra en la figura de la presidenta, y genera una base de votantes que ningún otro partido o candidato han logrado conformar en estos últimos tiempos.
Y este dato de contexto queda al descubierto en este último trabajo de campo en la provincia de Buenos Aires, donde los dos posibles candidatos del Frente para la Victoria encabezan la intención de voto en el distrito con un piso que oscila entre el 24 y el 28%, ya sea Martín Insaurralde o Alicia Kirchner (respectivamente) el posible candidato como primer diputado para encabezar la boleta en el distrito.
Y este dato de la realidad no debe sorprender a nadie: representa de manera irrefutable a aquellos bonaerenses que son parte constitutiva del núcleo duro que el kirchnerismo construyó a lo largo de diez años de gestión.
Y aunque quedan muchas variables por definir de aquí a la medianoche del sábado, esta encuesta también incorporó un escenario evaluando la posibilidad que Sergio Massa se presente finalmente como candidato a primer diputado por el Frente Renovador. Sin lugar a dudas, el actual intendente de Tigre ha crecido en imagen en estos últimos tiempos. Aunque, como ya lo hemos visto en más de una oportunidad, no siempre tal crecimiento se traduce de manera automática a la intención de voto. Enfrenta el desafío de convertir en nueces el ruido. Y en política electoral, ese no es un desafío menor.
Al menos si tenemos en cuenta los resultados que arroja esta última encuesta, queda al descubierto que Massa debe atravesar un camino plagado de retos: en la medida que los bonaerenses van tomando conciencia que este candidato no es parte del modelo que representa al oficialismo, sus posibilidades de crecimiento se acotan y como puede notarse tiende a compartir el espacio que alguna vez supo aprovechar Francisco De Narcováez.
Sin lugar a dudas es cierto que si decide ser finalmente candidato será uno de los protagonistas de esta contienda electoral; pero al mismo tiempo también es cierto que por lo visto hasta el momento sus posibilidades de crecimiento lo llevan a un espacio no kirchnerista.
Por tal motivo, sus mayores posibilidades de desarrollo implican de manera inexorable relegar (al menos por lo que se puede observar en estas primeras fotografías del escenario) a Francisco De Narcováez, Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsinito, que en definitiva pasan a constituir un tercer pelotón. Y aunque apenas faltan horas para el cierre de las listas de candidatos es mucho lo que falta por definir.
El Frente para la Victoria posee un anclaje de fidelidad que descansa en el modelo de gestión y trasciende los candidatos. Para el resto el desafío es personal: hasta momento sólo su imagen. Y aunque sea una elección legislativa de medio término, donde la gente vota con mayor libertad, sólo con la imagen no alcanza. También es necesario demostrar que representan y tiene la posibilidad de generar un modelo alternativo de gestión y gobernabilidad.
Quedan pocos días para que el telón se descorra y estas primeras fotografías comiencen a convertirse en una película.
NdR: la deformación de algunos apellidos, es responsabilidad de la redacción de Currín y no del autor de la nota.
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