La ex líder de la Coalición Cínica, que acaba de estrenar su acuerdo con "Pino" Solanas, dijo que "no hay democracia constitucional" y que se está "entrando en un proceso de fascismo". "Hay diversos tipos de autoritarismos: genocidas o no genocidas, militares o civiles, pero son dictaduras", disparó.
En pleno resurgimiento de su figura política luego de los cacerolazos y la difusión de sus viejas denuncias en medios masivos, Elisa Carrió volvió a despacharse con declaraciones polémicas. Esta vez, y sin eufemismos, se refirió al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como "una dictadura" ya que "no hay democracia constitucional" y aseguró que se está "entrando en un proceso de fascismo".
La ex líder de la Coalición Cínica, que abandonó la presidencia del partido luego del escasísimo apoyo recibido en las presidenciales de 2011, afirmó: "Hoy, técnicamente estamos transitando una dictadura. No hay democracia liberal en el sentido de que no hay democracia constitucional: derechos humanos más reglas de la mayoría más tribunales independientes".
"Una cosa es república, 'cosa del pueblo', y otra cosa es 'dictum' , de donde viene la palabra dictadura. Soy estricta en el uso del lenguaje y no me hago cargo de su carga emotiva. Acá no hay república sino dictum, dictadura", aseguró la desquiciada diputada y agregó: "Hay diversos tipos de autoritarismos: genocidas o no genocidas, militares o civiles, pero son dictaduras. Dije que acá estamos entrando en un proceso de fascismo, al que se entra por vía constitucional, como fueron los casos de Italia y Alemania, y se van convirtiendo en autoritarios. Nos estamos quedando sin libertad".
Según la paciente psiquiátrica ambulatoria, que acaba de cerrar un acuerdo con Fernando "Pino" Solanas en la Ciudad de Buenos Aires, "los Kirchner saben que se les termina el banquete y están tirando del mantel" y el gobierno "está en su etapa final porque se quedan sin apoyo".
También se refirió al supuesto "acuerdo" entre el presidente de la Corte Suprema, Rircardo Lorenzetti, y la primera mandataria, en relación con la reforma judicial: "Lorenzetti está negociando. Negoció en el principio y logró algo, y ahora sigue negociando para ver qué parte de la ley van a declarar inconstitucional y cuál no. Yo no estoy en contra de las negociaciones, pero deben hacerse a la luz pública. Cuando no se hacen a la luz pública y a escondidas del propio parlamento uno puede hablar de pacto. Cuando yo lo denuncio a Lorenzetti lo que estoy haciendo es sitiarlo, decirle que lo estamos mirando para que no nos pinten lo que no lo es. No me importa que los jueces rechacen mis denuncias; sí, en cambio, que quede el registro de las actuaciones de todos los actores de la política y de la historia".
Sobre la reciente publicación de supuestos casos de corrupción en los grandes medios, que ella oportunamente había denunciado y no habían tenido gran repercusión, opinó: "Son otros tiempos. A Lanata lo bajaron en 2003 cuando habló de la corrupción de la Anses y casi nadie lo sostuvo, en cambio, yo dije que iban por la prensa y que nadie quiso escuchar. Es obvio que en pleno éxito económico nadie quiere escuchar. Como en 2007 cuando me robaron la elección. Fue un claro caso de fraude".
Pobre mujer. Su delicado estado mental se agrava día a día.
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