Lanada volvió a montar un show mediático con un informe que careció de toda rigurosidad periodística. Un solemne final que nadie toma en serio.
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Jorge Lanada en el ámbito que mejor le sienta: el teatro de revistas
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En su programa dominical de humor del capocómico Jorge Lanada volvió a tropezar.
Pese a sus ventas rimbombantes entre semana, demostró una vez más los precarios testimonios y documentos con los que cuenta para realizar sus denuncias.
Está vez prometió mostrar una supuesta bóveda en la casa de la presidenta Cristina Kirchner, aunque solo le alcanzó para un dibujo con una habitación de uno por dos metros. A falta de datos concretos, recreó el habitáculo en su estudio de televisión.
No fueron pocas las criticas al informe, incluso de periodistas que vieron en la producción una flagrante ausencia de rigurosidad periodística. Jorge Ríal, Reynaldo Sietecase y hasta Roberto Pettinato (compañero de canal) cuestionaron al cronista humorista estrella de Héctor Magnetto.
Para finalizar hizo una solemne editorial, en la que alertó que por poner al aire dicho informe, su programa podría dejar de salir al aire. El vaticinio fue catalogado de “disparate”.
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