Por un lado, Roberto Lavagna parece priorizar su entramado electoral por los llamados “disidentes”, lo que es reconocido por Rodríguez Larreta. Por otro, Binner no quiere saber nada de un frente con el Pro, lo que para él sería una nueva Alianza.
Primero fue el propio Mugrizio Macri quien criticó a Lavagna por fotografiarse con el llamado peronismo disidente; el economista relativizó la crítica y aseguró que hablaba "normalmente" con el procesado jefe de Gobierno porteño.
Pero ahora todo parece haberse ido a pique: el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larrata, reconoció que las negociaciones para que Roberto Lavagna sea candidato a senador por el PRO en las legislativas de octubre "se enfriaron". "Las conversaciones con Lavagna se enfriaron", subrayó el funcionario macrista.
El sábado último, Lavagna aseguraba que con Macri había "muy buen diálogo". "Lo que ocurra más allá de nosotros puede ser significativo, pero nosotros tenemos muy buen diálogo", afirmaba. Sin embargo, “se enfriaron...”
Así, lo soledad del PRO frente a las elecciones que se avecinan se acentuaba. Y encima, Binner también puso a Macri como "límite" aparentemente infranqueable.
"No es cierto que vamos a integrar un frente con Macri", aseguró el exgobernador santafesino. El domingo, Binner había desmentido que no sumaron al PRO a un frente, lo que en declaraciones radiales ratificó.
"No queremos repetir la Alianza de De la Rúa y Chacho Álvarez", sintetizó el líder del FAP.
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