Alrededor de 330 empresas industriales de todo el país se sumarán al Proyecto de Eficiencia Energética lanzado por la Secretaría de Energía, que ingresa en su segunda fase de puesta en marcha, y le permitirá a la producción fabril alcanzar un ahorro superior a 30 por ciento.
El Proyecto, enmarcado dentro del Programa Nacional de Uso Racional de la Energía Eléctrica (Pronuree), apunta a la realización de una serie de acciones orientadas a lograr un aumento de la producción en el sector industrial, pero con una menor intensidad energética.
De esta manera se pretende reducir el costo de la energía en el precio final de los productos, y contribuir a la vez a una relación más amigable de su uso con el medio ambiente.
La iniciativa cuenta con el apoyo financiero del Fondo para el Medioambiente Mundial (FMAM), por unos 80 mil millones de pesos, otorgados a través del Banco Mundial.
Su primera etapa, denominada experiencia piloto, estuvo conformada por 25 empresas de diversos tamaños, pertenecientes a los sectores plásticos, metalúrgicos, frigoríficos, lácteos, textil, alimentos balanceados, laboratorios, papeleras, ladrillero y cerámicos.
En estas empresas, ubicadas en las provincias de Catamarca, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, San Luis y la Capital Federal, se realizaron diagnósticos de desempeño energético que permitirán la formulación de proyectos concretos de eficiencia.
Según cifras de la Secretaría de Energía, los ahorros logrados fueron de entre 2,1 y 8,7 por ciento para inversiones nulas o bajas; de 1,5 a 1,8 para desembolsos medios; y de 4,9 para las más elevadas.
Los mejores resultados, sin embargo, se consiguieron en las empresas que utilizan sistemas de vapor, donde el calentamiento de agua pudo reemplazarse por paneles solares.
En estos casos, los ahorros conseguidos fueron de 0,9 a 7 por ciento para las inversiones menores; de 32,4 para las medias; y de 1,6 a 6,4 para las más altas.
La segunda etapa del proyecto, denominada fase principal, consiste en extender la experiencia piloto sobre alrededor de 330 empresas en todo el país.
El Proyecto cuenta con el acompañamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA), que en un trabajo conjunto con el gobierno nacional promueve la adhesión de las empresas a este proceso.
"Desde la UIA hemos venido sosteniendo que en el mundo se avecinan grandes cambios en la forma en que se utiliza la energía. Es por eso que se debe trabajar en el uso racional y eficiente de la energía", aseguran desde la central fabril.
En un documento elaborado sobre esta cuestión, los industriales destacan que con la aplicación del Proyecto impulsado por el gobierno nacional "en industria e infraestructuras, una instalación media puede reducir su consumo entre 10 y 20 por ciento".
En tanto, sostienen que "en el caso de los edificios, una renovación puede generar un ahorro de energía de hasta 30 por ciento".
El Proyecto, enmarcado dentro del Programa Nacional de Uso Racional de la Energía Eléctrica (Pronuree), apunta a la realización de una serie de acciones orientadas a lograr un aumento de la producción en el sector industrial, pero con una menor intensidad energética.
De esta manera se pretende reducir el costo de la energía en el precio final de los productos, y contribuir a la vez a una relación más amigable de su uso con el medio ambiente.
La iniciativa cuenta con el apoyo financiero del Fondo para el Medioambiente Mundial (FMAM), por unos 80 mil millones de pesos, otorgados a través del Banco Mundial.
Su primera etapa, denominada experiencia piloto, estuvo conformada por 25 empresas de diversos tamaños, pertenecientes a los sectores plásticos, metalúrgicos, frigoríficos, lácteos, textil, alimentos balanceados, laboratorios, papeleras, ladrillero y cerámicos.
En estas empresas, ubicadas en las provincias de Catamarca, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, San Luis y la Capital Federal, se realizaron diagnósticos de desempeño energético que permitirán la formulación de proyectos concretos de eficiencia.
Según cifras de la Secretaría de Energía, los ahorros logrados fueron de entre 2,1 y 8,7 por ciento para inversiones nulas o bajas; de 1,5 a 1,8 para desembolsos medios; y de 4,9 para las más elevadas.
Los mejores resultados, sin embargo, se consiguieron en las empresas que utilizan sistemas de vapor, donde el calentamiento de agua pudo reemplazarse por paneles solares.
En estos casos, los ahorros conseguidos fueron de 0,9 a 7 por ciento para las inversiones menores; de 32,4 para las medias; y de 1,6 a 6,4 para las más altas.
La segunda etapa del proyecto, denominada fase principal, consiste en extender la experiencia piloto sobre alrededor de 330 empresas en todo el país.
El Proyecto cuenta con el acompañamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA), que en un trabajo conjunto con el gobierno nacional promueve la adhesión de las empresas a este proceso.
"Desde la UIA hemos venido sosteniendo que en el mundo se avecinan grandes cambios en la forma en que se utiliza la energía. Es por eso que se debe trabajar en el uso racional y eficiente de la energía", aseguran desde la central fabril.
En un documento elaborado sobre esta cuestión, los industriales destacan que con la aplicación del Proyecto impulsado por el gobierno nacional "en industria e infraestructuras, una instalación media puede reducir su consumo entre 10 y 20 por ciento".
En tanto, sostienen que "en el caso de los edificios, una renovación puede generar un ahorro de energía de hasta 30 por ciento".
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