Partidos políticos, la CGT de Moyano y las ONG dedicadas a temas jurídicos lanzaron una intensa campaña para movilizar frente al Parlamento y presionar a los diputados con escraches a través de las redes sociales.
"Hay que impedir esa votación, hay que impedirla", aseguró la desquiciada Elisa Carrió en referencia a los proyectos para democratizar la justicia que se debaten en el Congreso de la Nación.
La frase de la dirigente coadyuva a generar un clima político similar al que se vivió en el país durante la votación de la Resolución 125, ya que se sumó a una serie de aseveraciones de legisladores opositores que convocaron a una nueva marcha hacia el Parlamento el 24 de abril, día en que se votarían en el recinto tres iniciativas que envió el Poder Ejecutivo.
"Ese día tiene que haber mucha gente acompañando, hay que impedir esa votación", dijo Carrió –sin especificar las formas– tras contextualizar su convocatoria en el resultado de la marcha opositora del 18A, que consideró como el "nacimiento de la República".
Ese desafío generó una fuerte reacción del oficialismo. El jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, acusó a la ex líder de la Coalición Cínica de "fascista" y "antidemocrática". "Es de golpistas tratar de impedir que el Congreso sesione", dijo. "¿Qué propone hacer Carrió para que el Congreso no funcione? ¿Agredir a los diputados? ¿Impedir que ingresen a la Cámara? ¿Secuestrarlos?", se preguntó.
Las preguntas retóricas del diputado kirchnerista no son azarosas. Temen que los disturbios que se generaron en el Congreso durante la última movilización, cuando decenas de manifestantes saltaron las vallas que protegen el edificio y llegaron hasta la explanada, donde rompieron vidrios e insultaron a algunos legisladores, sea un antecedente.
Si bien la convocatoria opositora tuvo diversos matices, la mayoría de los sectores coincidió en la necesidad de replicar la movilización del 18 de abril para presionar a los legisladores que votarían a favor de las iniciativas. Así lo expresaron los diputados Laura Alonso, del PRO, y Eduardo Amadeo, del Peronismo Federal, quien solicitó "no perder la energía del reclamo" y llamó a marchar "en paz, para defender la justicia".
En esta sintonía también se manifestó la CGT Azopardo, conducida por Hugo Moyano, y la Unión de Empleados de la justicia de la Nación, liderada por la mano derecha del camionero, Julio Piumato: "El #24A los trabajadores Judiciales nos movilizamos al Congreso conjuntamente con la CGT, la agrupación Gente de Derecho; e invitamos a todos los sectores y a todo el pueblo argentino a acompañarnos", anunció el gremio en un comunicado.
El diputado por el GEN, Gerardo Milman, comparó directamente este proceso con el que se vivió en julio de 2008: "Para muchos legisladores del oficialismo, esta sesión será como la de la Resolución 125. Les costará volver a sus pueblos, y explicar a sus familias esta violación a la Constitución Nacional", sentenció y reveló el clima que se pretende instalar en un sector de la oposición. En un comunicado de prensa adelantó que el segundo tándem de medidas que se votará en la Cámara Alta "sin duda será judicializado" porque "significa la continuidad o no de la República".
En lo que se interpreta como otro intento por presionar a los legisladores, las organizaciones no gubernamentales Asociación por los Derechos Civiles (ADC), Directorio Legislativo, Poder Ciudadano –que fue dirigida por Laura Alonso–, ACIJ y CIPPEC impulsan una campaña para sumar firmas con el fin de que 12 diputados no voten la reforma judicial. En el mail que hicieron circular afirmaron: "Estamos realizando una campaña a través de Change.org en la que pedimos firmas para que 12 diputados 'dubitativos' no voten las reformas a la justicia que están en debate en el Congreso".
Un poco más mesurados estuvieron los diputados Alfredo Atanasof, del Frente Peronista, y Ricardo el Gil Lavedra, de la Unión Cívica Radical. El peronista disidente opinó sobre la solicitud de Carrió de marchar para impedir la votación: "En verdad, yo no sé si la marcha lo podrá lograr". Por el contrario, apeló al "compromiso" de "aquellos que han estado acompañando al oficialismo en los últimos tiempos para tratar de "no llevar a la nación a una situación de conflicto y de desastre". El legislador radical tampoco hizo mención a la movilización sino que priorizó como estrategia la profundización de la colecta de firmas para frenar lo que llamó el "avance sobre la justicia".
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