Tras el último aumento, el haber mínimo se ubicó en 1.684 pesos, a menos de nueve puntos porcentuales del ansiado 82 por ciento móvil. En tres años, y gracias a la Ley de Movilidad Jubilatoria, esa diferencia se recortó en 17,7 puntos porcentuales.
El haber mínimo jubilatorio se ubicó, tras el último aumento anunciado por la presidenta Cristina Fernández, en 1.684 pesos, lo que posicionó a esta jubilación a menos de 9 puntos porcentuales de alcanzar el tan ansiado 82 por ciento móvil.
Una influencia central fue la Ley de Movilidad Jubilatoria, sancionada en 2008 a instancias de la mandataria, que estableció dos aumentos anuales, los cuales desde ese momento y hasta la fecha acumularon un incremento de 144,49 por ciento.
Precisamente en 2003, la jubilación mínima era de 150 pesos y apenas iniciado su mandato, una de las primeras medidas adoptadas por el presidente Néstor Kirchner fue subir esa cifra a 220 pesos, lo que significó un incremento superior a 46 por ciento.
Desde ese momento, los aumentos se fueron sucediendo a través de decretos, llevando el haber mínimo a 308 pesos a fines de 2004; 390 antes del cierre de 2005 y 470 para mediados de 2006. Los decretos continuaron en 2007 elevando la mínima a 596,25 y en 2008 para subirla a 690.
A partir de 2009, ya con la Ley 26.417 de Movilidad Jubilatoria en marcha, que estableció dos incrementos anuales, el haber más bajo aumentó a 827,23 pesos ese año; a 1.046,43 al año siguiente y a 1.434,29 en 2011.
Antes que se aplicara el primer aumento por la Ley de Movilidad, la jubilación mínima representaba el 55,64 por ciento del salario mínimo, vital y móvil, ubicándose a más de 26 puntos porcentuales del 82 por ciento.
Cuando comenzó la aplicación de la legislación, los jubilados del escalón más bajo pasaron a cobrar 770,66 pesos, ubicándose en 62,15 por ciento del salario mínimo. Apenas dos años más tarde, en marzo de 2011, cuando el Gobierno anunció que el haber mínimo subía a 1.227,78 pesos, se acercó aún más colocándose en el 66,72 por ciento.
Finalmente, tras el último anuncio, el escalafón inferior de los pasivos pasó a percibir un haber que significa el 73,34 por ciento del salario mínimo. De esta manera, en apenas tres años y gracias a la Ley de Movilidad impulsada por la Presidenta, la diferencia entre la jubilación y el 82 por ciento del salario mínimos se recortó en 17,7 puntos porcentuales, para quedar a menos de 9 puntos. De continuar esta tendencia, en los próximos dos años, se alcanzaría el tan ansiado piso establecido por el gobierno de Arturo Frondizi.
Fue justo un 17 de octubre, de 1958, cuando se publicó en el Boletín Oficial la Ley 14.499, cuyo segundo artículo fijaba para las jubilaciones, el 82 por ciento móvil de los salarios. Sin embargo, cinco años más tarde el diseño de un nuevo sistema fue suspendido y en 1969, derogado.
Así, ese 82 por ciento móvil para las jubilaciones pasó a ser un reclamo histórico de las fuerzas políticas populares. Hoy, a casi medio siglo de haber sido suspendido, está cada vez más cerca de ser nuevamente una realidad para los jubilados.
Sin embargo, todavía seguimos escuchando a algunos integrantes de la oposición -muchos de los cuales formaron parte del gobierno que redujo en un 13% las jubilaciones- hablar de lo mal que están los jubilados.
Y todavía no escuchamos a Gerardo Morales pedir disculpas por el error que cometió al decir que "esta fórmula (refiriéndose a la que establecía la Ley de Movilidad Jubilatoria) achata el haber de los jubilados... no van a recibir más de un 4% de aumento".
Por eso, como decimos siempre, a unos les va como les va y otras ganan elecciones por el 54% de los votos.
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