El pelotudo, siempre al borde del abismo, asegura que “el enorme poder del Gobierno y su prepotente y arbitraria manera de ejercerlo está poniendo en cuestión la propia lógica del sistema democrático”.
A Luis Majul no le hace falta mucho "argumento" para afirmar lo que afirma. En realidad, cualquier cosa le viene bien porque, como lo demuestra en su columna de ayer en El Cronista -titulada “¿Cómo puede ser?”-, suele ser al menos un irresponsable.
De hecho, en el caluroso lunes, le alcanzó con “solo dos ejemplos contundentes” para “sostener” lo dicho: que la democracia está en peligro a partir de la “prepotencia” y la “arbitrariedad” con que gobierna Cristina Fernández de Kirchner.
Pero, ¿cuáles son esos dos ejemplos? El primero y, aparentemente, el principal, se basa en los descabellados dichos de Sergio Schoklender a Martín Caparrós para su blog español, donde el ex administrador de las Madres suelta una serie de “noticias” propias de un converso. Claro, es que lo agarraron delinquiendo y ahora pretende vengarse de quien, en definitiva, salvó el pellejo de este parricida.
“¿Cómo puede ser -se pregunta Majul (y de ahí la “originalidad” del título de su columna)- que después de los presuntos delitos que acaba de confesar Sergio Schoklender no haya un solo fiscal o un solo juez capaz de citarlo a declarar para determinar si de verdad existieron y quiénes fueron los responsables?” “¿Cómo puede ser?” La culpa que ningún juez o fiscal actúe, obvio, es de Cristina.
Luego, como era de esperar, la emprende con el proyecto de ley para declarar de interés público el papel para diarios y repite, como era de esperar, el discurso de Clarín y La Nazión: califica de “ataque a la libertad de prensa” lo que en realidad es la democratización del principal insumo de los diarios, quitándole el monopolio del mismo a los multimedios que hasta ahora lo usaban para extorsionar o lisa y llanamente, eliminar a la competencia.
Ya sabemos que la tenés adentro, Majul. Pero de todos modos podrías disimular un poquito.
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