"Gordas, flacas, altas, bajitas, estudiadas, desempleadas, de color o blancas, todas eran de su agrado”, contaron los amigos.
Un joven brasilero de apenas 16 años fue encontrado muerto en su habitación luego que realizara una maratónica sesión de autosatisfacciones sexuales ininterrumpidas. En su casa de la ciudad de Rubiataba, en el interior de Goiás, el menor se masturbó 43 veces seguidas sin parar.
Según los informes de las autoridades el muchacho había comenzado alrededor de la medianoche y se pasó toda la noche y madrugada haciendo secuencias de masturbación sin descansar. Terminaba uno y empezaba otro.
La madre del adolescente había sospechado su compulsión que lo llevaba a realizar el acto cada vez que podía: “era cada hora igual el resultado. Siempre lo hacía, ya había decidido llevarlo al médico, porque eso no era normal”, apuntó la progenitora según publicó el portal DiarioExtra.
En la escuela donde el adolescente asistía, los compañeros conocían su pasatiempo y hasta lo acompañaban virtualmente. Una de sus compañeras, en una conversación, dijo que el joven era tan compulsivo que siempre les pedía que en la madrugada se conectaran a la cámara de la computadora para que lo observaran.
En la computadora personal del joven fue encontrado cerca de 1 millón de videos eróticos y 600 mil fotografías de mujeres desnudas y con poca ropa. El joven al parecer tenía quemaduras de tercer grado en sus manos luego de la maratónica acción.
Sus amigos del barrio detallaron que le gustaba todo tipo de mujeres, las veía y se enfermaba: “Gordas, flacas, altas, bajitas, estudiadas, desempleadas, de color o blancas, todas eran de su agrado lo que hacía que le dieran ganas de masturbarse. Apenas veía una mujer se ponía como loco, eran su debilidad, a todas les quería hacer el amor y pasar largas horas en la intimidad”, agregó.
Según las autoridades de salud, la masturbación en los hombres es normal a cualquier edad, lo que no es normal es la cantidad de veces que pueden ser síntomas de un trastorno o una compulsión.
Los amigos del jóven fallecido -cuyo nombre no fue dado a conocer, aunque trascendió que se llamaría Joao Carlinhos- desmintieron que lo apodaran "alambre de escoba" porque andaba alrededor de las 5.000 pajas. Uno de estos amigos señaló a la prensa: "no le decíamos 'alambre de escoba', para nosotros era 'o prisinoeiro'".
A nosotros, lo que nos intriga es cómo saben que fueron 43 veces.
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