sábado, 11 de noviembre de 2017

La Justicia benefició al genocida Antonio Musa Azar con la prisión domiciliaria

EL EX JEFE DE INTELIGENCIA DE SANTIAGO DEL ESTERO CUMPLE CUATRO CONDENAS A PRISIÓN PERPETUA.TRES DE ELLAS SON POR CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD DURANTE LA DICTADURA Y LA CUARTA POR EL DOBLE CRIMEN DE LA DÁRSENA.

Antonio Musa Azar, el ex jefe de inteligencia de Santiago del Estero y figura emblemática de la represión de Estado en esa provincia durante y después de la última dictadura militar, recibió el beneficio de prisión domiciliaria por problemas de salud. El genocida purga cuatro condenas a prisión perpetua en la cárcel federal de Colonia Pinto y su salida de ese centro penitenciario se concretará hoy, según consignó la agrupación HIJOS-Capital.

La medida fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal integrado con la firma los jueces Domingo Batule y Abel Fleming, y la disidencia de Carlos Lascano. Se trata del mismo tribunal que tiene a su cargo el juicio por la Megacausa III, que investiga los delitos de lesa humanidad que tuvieron lugar en esa provincia y de los que Musa Azar es principal protagonista.

De las cuatro condenas que se le dictaron, tres son por secuestros, torturas y tormentos cometidos durante la dictadura cívico militar, y la cuarta es por su responsabilidad en el recordado doble crimen de La Dársena, el asesinato de las jóvenes Leyla Nazar y Patricia Villalba que en 2003 destapó el régimen de terror que asolaba Santiago del Estero y que propició la caída del hasta entonces caudillo provincial Carlos Juárez.

A pesar los más de 60 delitos de lesa humanidad por los cuales fue condenado, a Musa Azar le siguieron lloviendo denuncias. Por estos días es juzgado por privaciones ilegítimas de la libertad y tormentos contra seis civiles que lo denunciaron en el marco de la Megacausa III (las dos primeras finalizaron). Las acusaciones lo señalan como el responsable de los delitos cometidos en el centro clandestino de detención del Departamento de Informaciones Policiales (DIP), que Musa tenía a su cargo.

El peso de Musa Azar en Santiago del Estero gravitó del mismo modo que el de Antonio Domingo Bussi en Tucumán o el de Ramón Camps en la provincia de Buenos Aires. La diferencia con ellos es que el santiagueño siguió ejerciendo el terror durante el retorno de la democracia. Su carrera en la Policía santiagueña comenzó en 1956 y en 1972 llegó a la DIP, ascenso al que accedió de la mano del entonces gobernador Carlos Juárez.

Desde entonces fue amigo íntimo y mano de hierro de Juárez y de Mercedes “Nina” Aragonés, esposa de este último y alter ego en el poder provincial hasta la intervención en 2004, impulsada por el ex presidente Néstor Kirchner.

En 1976, durante la dictadura, fue puesto al frente del espionaje y las fuerzas de seguridad santiagueña, que oficiaron como colaboracionistas del Ejército. El saldo de su paso por esa actividad fue 60 denuncias por delitos de lesa humanidad.

En 1993, nuevamente bajo el ala del gobernador Juárez, Musa Azar se hizo cargo del Área de Seguridad de la Gobernación. Fue acusado por el “control ideológico” que realizaba sobre funcionarios, legisladores y particulares. Luego de eso, en 1995 fue ascendido a director general de Seguridad, con dependencia directa del Poder Ejecutivo provincial.

Su poder duró hasta 2003, cuando cometió el doble crimen de La Dársena que dos años más tarde lo condenaría a prisión perpetua a él y a tres ex policías que estaban a su cargo. En ese mismo año, durante la investigación de este caso, la Justicia hizo varios allanamientos en propiedades de Musa. En una reserva zoológica que estaba bajo su control, se hallaron huesos humanos de varias personas. Algunos habían sido quemados una semana antes de que llegaran los peritos.

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