sábado, 26 de agosto de 2017

Un represor sin más atajos: Casación rechazó un recurso de Muiña

EL GENOCIDA QUE GENERÓ EL VERGONZOSO FALLO DEL 2X1 DE LA CORTE SUPREMA HABÍA APELADO LA DECISIÓN QUE DEJABA SIN EFECTO SU SOBRESEIMIENTO EN LA CAUSA DEL HOSPITAL POSADAS. LOS JUECES LO CONSIDERARON INADMISIBLE Y ORDENARON QUE SIGA EL JUICIO EN SU CONTRA.

Luis Muiña, el represor cuyo caso desató la polémica por el 2x1 para genocidas que dictara la Corte Suprema, no recibió una buena noticia desde la esfera judicial. La Cámara Federal de Casación Penal rechazó ayer un recurso extraordinario en contra del fallo que había dejado sin efecto su sobreseimiento en la causa que investiga los asesinatos cometidos por la ocupación militar apenas se produjo el golpe de 1976.

Los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani, de la sala IV de Casación Penal consideraron inadmisible el recurso que presentó la defensa de Muiña y determinaron que continúe el juicio en su contra que se sustancia en el Tribunal Oral en lo Criminal número 2 de la Capital.

Muiña fue condenado a 13 años de prisión en 2011 por secuestros y torturas. El represor impulsó un recurso que llegó a la Corte a comienzos de mayo, y que derivó en el falló del 2x1: el máximo tribunal le computaba doble cada día sin sentencia, lo cual lo dejaba a las puertas de la libertad y generaba un precedente para la liberación de cientos de condenados por crímenes de lesa humanidad.

El amplio rechazo popular se tradujo en la marcha del 10 de mayo a Plaza de Mayo. Mientras, se criticaba desde el punto de vista jurídico la aplicación del 2x1 a criminales de la dictadura, dado que ese beneficio había nacido en 1994 para paliar una crisis habitacional en el sistema penitenciario, no rige desde 2001, y se pensó para delitos comunes. Aparte que los represores tenían para ampararse, mientras rigió esa norma, las entonces vigentes leyes de Punto Final y Obediencia Debida.

Tras aquella polémica, Muiña volvió a la cárcel el 30 de junio por otra causa: los asesinatos de Jorge Roitman y Jacobo Chester, dos trabajadores del Posadas. Casación había revocado el sobreseimiento en primera instancia y la fiscal María Ángeles Ramos pidió su arresto alegando el riesgo de fuga.

El hijo de puta integró el autodenominado “Grupo SWAT” que operó en el Posadas a partir de fines de marzo de 1976, apenas instalada la dictadura, y que militarizó ese centro de salud. La responsabilidad por lo acaecido allí recayó en los militares del I Cuerpo del Ejército, con el general Reynaldo Bignone a la cabeza.

Ahora, el represor del 2x1 puede afrontar una condena a prisión perpetua por los dos homicidios ocurridos en "El Chalet", el centro clandestino de detención que los militares instalaron en el Posadas.

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